La idiosincrasia colombiana está tan ligada a lo costumbrista
de cada región (Colombia es casi 28 veces más extenso que suiza) que coordinar
las diferencias es un reto colosal, una empresa que ha venido en la historia
como la lucha de unos contra otros, así se demarca la política que ahora es la
derecha y la oposición. Democracia es el poder del pueblo, no obstante, el
poder es realmente de los grupos económicos que dominan al país, socios de
otros monopolios internacionales que se escudan tras la ONU, FMI, OMS, UNICEF… son
las políticas ajenas puestas en práctica en nosotros mismos, para ejemplo un
botón: Somos el único país del mundo con un impuesto del cuatro por mil a
transacciones bancarias. La democracia en Colombia ha sido liberal o conservadora
y ahora democrática, principio de federalistas, centralistas o realistas; pero
al fin de cuentas un simposio de lo mismo, filosofías y pensamientos de ilustres
hombres al servicio de fuerzas oscuras, que se hacen pasar por luz cuando
legitiman la fuerza bruta y la esclavitud. Hombres armados protegen a los de
clase alta y reprimen a los miserables, armas que lucran a pocos y asesinan a
muchos, de las drogas que enriquecen mientras los enfermos mueren. Los medios
de comunicación informan pero no denuncian mucho menos demandan, pues también
pertenecen a esos magnates que en el anonimato prefieren esconderse, antes de
que el público se entere y los condene. Bancocracia es el sistema en el que
realmente vive la sociedad colombiana, créditos e impuestos como el ya dicho o el
iva entre otros; nadie eres si no tienes una cuenta bancaria, además si no eres
un comprador compulsivo no estás vivo, eres un ignorante si no has entregado tu
trabajo a una universidad u otro de esos condicionantes. La república de Colombia
(la res pública) en la soberanía de su ley es una plutocracia, apellidos sobran
(para evitar la publicidad) de políticos que lo demuestran al ser nietos o
parientes de viejas políticas que a la final terminan siendo economías,
personas que valen como recurso más que seres humanos, pues se los ve morir de
hambre, enfermedades y matones. La oligarquía ha degenerado la igualdad en la
oclocracia que vivimos, y si no, ¡Que lo nieguen los políticos que evaden la
justicia! Tan armónicamente justa que tiene esclavos de sobra para hacer la
realidad los sueños de sus intenciones, apenas se les dice que la receta de la
gaseosa negra puede ser casera y con un azúcar saludable, responden que no es
lo mismo, que dios en la biblia le ordena al hombre a alimentarse de carne sin
pensar en sacrificio. Así son las cosas: un hombre va a meter en problemas a
muchos incluyendo gobiernos extranjeros, para proteger la nación se debe eliminar
a esa persona que ha escarbado tanto que halló el horror, justo cuando lo va a
exponer aparece muerto en su casa, suicidio, dicen los medios cuando él en
realidad había predicho su muerte semanas antes; Para mantener el estado de
derecho, mercenarios atacan objetivos civiles para fomentar el terror y mover
más fondos antiterrorismo; alimentos, tecnología e incluso las filosofías de
grandes industrias contaminan el planeta acabando con todo a su paso, se ha
pasado de la madera al petróleo y ahora son las personas ¿Dónde están la gran
cantidad de personas que desaparecen a diario en el mundo? El comunismo,
ateísmo, socialismo, capitalismo y demás clases de gobierno fueron financiadas
por la misma mano, la case alta impera sobre la baja y eso cambia si ponemos a
todos al mismo nivel, una clase media para todos en el mundo sin excepción,
creo que eso sí sería democracia, mientras tanto que los plutócratas gocen de
su reinado económico mientras la generación de la consciencia se despierte, no
es menester una guerra pero la lucha no es contra sangre y carne sino contra
esos actos viciados de los poderosos.