EPITAFIO
Aquí yace quien en principio no debió nacer.
¡Querida muerte! ¡Amada soledad!
Dirán quienes me conocieron:
era tal, era así, era bueno, era malo...
pero nadie dirá: ahora si está bien.
Si en vida odió esta sociedad,
de seguro en la muerte estará bien,
pero nadie lo pensó
cuando solo se quedó.
Amó a quien lo acompañó,
y por su familia se atrapó.
Tan pronto cumplió su misión,
nada le impidió regresar.
Que ahora se respondan
lo que nunca preguntaron.
Que ahora sientan un poco
de lo que sentí toda mi vida.
Pero muerto no estaré,
porque ya estoy muerto,
y la muerte es el inicio
nunca el final.
La vida es muerte,
de ella se alimentan,
la muerte es vida
porque somos espíritu.
