
Desde que recuerdo los sindicalistas y gobierno han llegado
a pactar tratos, ahora, después de más de treinta días de paro y marchas, la
lucha entre trabajadores y los administradores del sistema no da tregua.
Decretos, leyes, normas y demás formalismos no sirven si en esencia lo que
importa es la industria donde las personas son prescindibles (Siempre habrá mil
esquiroles tras un solo puesto de trabajo esclavo). Es inútil mostrarle al
mundo el inconformismo si a la final hay que ceder a lo que dicte el gobierno y
los profesionales vuelvan a sus trabajos, además, mientras unos protestan los
otros mantienen el PIB, al mejor estilo mundial la corrupción es tal que, sólo
los más tontos son los que caen mientras el resto vive del negocio. No vende
ser honesto, mejor engañarse con eso de la seguridad democrática que enfrentar
la realidad podrida del sistema ¿Dónde están los entes de control? ocupados en
triviales cacerías permiten que multinacionales se lleven la riqueza del país,
y los ciudadanos como estúpidos alimentan esas bestias con un orgullo mediocre.
La fuerza pública no es para imponer orden sino para ser frontera entre los
ricos y los demás, reprimir las protestas justas con ilícitos métodos como los
ESMAD e infiltrados violentos que gestan aquellas “gaseadas” por no hablar de
las balas de goma. Hace tiempo los rebeldes eran del sistema judicial y ahora
lo hacen los docentes, luego volverán a ser los camioneros y los campesinos, en
una larga contradicción de un status quo manifestado en la garrafal diferencia
entre ricos y miserables, ya que los pobres al menos tienen fe. Ah, olvidaba a
los del sector de la salud, su ley cien puede que sea una maravilla en Europa,
pero aquí, es todo un negocio al que las farmacéuticas iban a ser la fábrica
más beneficiada. Y si no incluyo mineros ni otros inconformes con el sistema,
no es por la falta de consideración, es que nunca he visto una huelga de amas
de casa, tampoco a los que se atan al sistema financiero o a los sacerdotes,
casi siempre son los mismos con las mismas y nada cambia porque es la misma
normatividad de siempre, el mismo infierno. El odiado alcalde actual no difiere
del querido anterior, la ciudadanía no será dueña de la ciudad mientras los que
a su mando trabajan para una industria, si la institucionalidad sólo sirve para
ampararse en lugar de hacerla efectiva (¿Cierto sr ex procurador Ordoñez?). Y a
todos los veo en las urnas eligiendo a los podridos que corrompen el cesto de
manzanas, de seguro, si nos hiciéramos un partido político nos exterminarían
como lo hicieron con la UP hace años, y no sería mártir del pueblo pues son una
masa amorfa envidiosa y celosa. No nieguen que el poder es tentador y sobre
todo acogedor, lo que no lo es tanto es la responsabilidad, y la tienen todos
aquellos que por necesidad se avientan a ese pozo en el que se ahogan, y de
paso acaban con la madre tierra y la naturaleza en artificial manera de vivir.
Los valores están mal, el orgullo y la concupiscencia que llaman estilo de
vida, no ven que la moda ciega el alma y la humanidad cada día es más ignorante
e impotente, así es como se controla el mundo y las familias más ricas se
vanaglorian en el lujo de su excepcionalidad, nadie de ellos se para en público
ni mucho menos se expone a la luz del día y la verdad. Mi lucha es de vida
misma, no contra carne o sangre, sino con los preceptos y leyes del hombre que
alteran la esencia de la vida, así me manifiesto en lo secreto de mis escritos
que ser tratado como cualquiera en público. Algún día mis ideas de acabar con
los políticos se harán realidad, serán profesionales que se adueñarán de la
administración pública en lugar del poder y la fortuna, las arcas públicas
volverán a ser para el pueblo y la ciudad, y más allá de todo serán conscientes
del medio ambiente y la psiquis humana. Están locos si creen que los banqueros
son necesarios, si creen en la imagen de amistad y honestidad de la gaseosa
oscura que se tomó al mundo, si comen medios que los mismos desalmados crearon
para establecer el mercado. Era material donde el consumo se ha hecho lo básico
y si la sabiduría no se aplica a ello no sirve, entonces la humanidad perdió
visión.