La vida en su esencia es una triada equilibrada de la fuerza
dual y fundamental del orden físico y material regido por la armonía y el
balance, tal es el axioma del átomo que en sus sub-partículas positivas,
neutras y negativas a su vez se dividen en iones y cationes e incluso fotones,
cuantios o hadrones entre otras. En otro plano de existencia más sutil, la
estructura en la que se basa lo trascendental no es más que un complejo
entramado de realidad e ilusión, tal es el poder de la consciencia que situada
en un cuerpo puede trasladarse en su mente a los confines del universo. Si la
tierra es plana o hueca no tiene mucho significado cuando lo importante es la
manera en que dicha consciencia atraviesa la existencia, qué importa ser la
reina de Britania si no deja de ser una simple mortal. Jesucristo nació en
verano y es sabido por quienes tienen la curiosidad de investigar, además,
muchos otros antes de él, vinieron un 24 de diciembre como referencia al culto
del sol, dioses solares que arribaron a salvar el mundo y dejar sus enseñanzas,
las que por cierto no son más que una manera de mantener a quien no reconoce la
deidad en el interior de su corazón. En el camino he tropezado y caído, me
quedé en el suelo mientras los demás pasaban por encima, pocos se detuvieron
quizás a preguntar, otros dieron de lo que les sobraba, pero sólo las
excepciones fueron los milagros que me levantaron sobre los demás bajo el
cobijo de sus alas. Aprendí sobre el tiempo y el espacio, y acepté mi
condición, descubrí que más allá del bien y del mal está la vida y la
sabiduría. Dejando a un lado las fiestas patrias o religiosas, es indignante el
pueblo que en su ignara miseria justifique el orden de quien los ha puesto en
la indigencia, pues a diferencia del desplazado por la violencia, todo aquel
que prefiera la limosna sobre cualquier cosa merece vivir como animal salvaje o
morir en la calle. Yo preferiría estar bajo tierra en paz en lugar de deambular
en la insatisfacción y el sufrimiento, otro más de los esclavos a un estilo de
vida cuyo único propósito es el bienestar de una élite. El que desprecie la
sociedad no significa que sea un criminal, corruptos todos, desde los que
mienten hasta los que asesinan, roban y violan en la impunidad de su sistema
perfectamente impuesto por tantos siglos e incluso milenios. El ser humano posee
una energía superior a la fuerza y la inteligencia, el problema es que siendo
demasiado físico no puede ver lo que realmente sustenta al universo, se
enfrasca en la misma parafernalia del control y el orden cuando no hay más
poder que aquel proveniente del corazón. Usurparon al amor y llamaron libertad
a las normas que les permite ser como son: unos desalmados que dejaron de ser
humanos cuando priorizaron su amor por el dinero, convirtieron la salud,
justicia, educación, religión y demás en un negocio. Soy Ebenezer Scrooge, es
natural en mí la amargura en los venideros tiempos, no me he robar la navidad
como el grinch ni castigar a los niños malos como Krampus, simplemente soy un
misántropo por convicción y post-apocalíptico por elección. Comprenderán la
falta de tacto y de fe en el manicomio que tienen por gobierno, son unos
desquiciados todos los honoríficos doctores del congreso y el senado, por no
hablar de toda la incompetencia judicial y estatal, pero para cobrar impuestos
y desviar recursos si están prestos y a la orden. No me inviten a cenar que soy
vegetariano, tampoco espero regalos de ninguna clase que, si el diablo no tuvo
para comprar mi alma ¿Qué esperan unos simples mortales? y no es mi ego el que
se crece sino mi espíritu que enardece, ígnea esencia que se manifiesta en el
más cándido amor o el más infernal furor, y he allí, en la contradicción, que
la calma asoma a quien ha dejado a la corriente ser su timón, bien se dice que
al universo le importa nada lo que planeemos o hagamos, lo que si tiene
trascendencia es la razón de cada propósito, no es cierto que el fin justifica
los medios ni que el hombre sea el lobo del hombre, somos seres humanos y tenemos
la responsabilidad de la consciencia, eso es de cada instante y de cada quien.
Es haber sobrepasado el dolor y sufrimiento con la alegría de abandonar los muros de piel e indagar el universo. Ya no hay tiempo, y si lo hay no marca límite, será solo una sensación que se convierte en un portal de tele-transportación. Ya me hice un juicio y vivo reflexionando en la profundidad de mi ser, conozco mi pasado, se lo que hago intuyo que haré.
martes, 27 de noviembre de 2018
martes, 23 de octubre de 2018
LA LUZ AL FINAL DEL RIEL NO ES UN TREN
Hubo un tiempo en que no creía en lo sobrenatural, todo ese
cuento de lo paranormal no era más que fantasías de desquiciados y alucinantes
viajes de dementes, nunca le di importancia a nada de carácter subjetivo o personal.
Para ser racional me he permitido los juegos de video e historias de horror que
me inmunizaron de ese miedo, mis temores son más reales como los criminales, ya
que ni el más intenso terremoto o la más abrumadora tormenta me aterran, las
disfruto como quien se beneficia a la falda de un volcán o a la orilla de un mar.
Todos maquinan maquiavélicas ideas llenas de prejuicio y temor, es producto de
una sociedad jerárquica y competitiva en la que el hombre es el lobo del
hombre, industria de control y muerte en la que el alma adquirió un precio y el
espíritu se corrompió. Hace una semana todo ello se materializó en una bizarra
escena. Nunca he tenido conflicto con nadie más allá de las palabras, apenas
uno que otro altercado con sujetos de trunca luz en busca de pleito, los
desalmados que en medio de cualquier iniquidad buscan el beneficio propio y la
satisfacción personal. Hace un par de noches un dúo delincuencial me acechaba
en la total oscuridad de una calle, más que verlos sentí que no debí tomar esa
ruta y como por instinto me di media vuelta, justo cuando los enfermos del alma
salieron a cazarme por no caer en su trampa. Me solté a correr con los
improperios en mi espalda acusándome con colosales cuchillos, la adrenalina me
llevó raudamente entre una calzada marchita y sucia, respiraba ese miasma que exhala
una ciudad podrida y corrupta. Tan pronto ya no oí más que mi propia
respiración volteé a mirar, no vi más que oscuridad y nada más, ni un alma a la
redonda, ni autos o indigentes en los andenes, como un espectral pueblo
abandonado recorrí con premura esos corredores del tiempo que el centro de la
ciudad ofrece al transeúnte, o en este caso a un perdido como yo. Puede que no
comprendan ese gélido aire que recorre la espina dorsal, ese escalofrío que nos
constriñe y nos reduce a simple mortales cuando somos luz más allá de lo
físico, ahora podía sentir aquello que no me atrevía a aceptar, se corrió el
velo de mis ojos en el momento exacto en que presentí ese mal que nos causa el
peor sufrimiento y dolor. Murciélagos y otras aves nocturnas graznaban ante mi
inusual presencia allí, al parecer nadie se atreve a cruzar por este lugar tan
macabro y bizarro, el escenario perfecto de un asqueroso film hediondo a
sangre, una aberrante imagen que puede arrebatarle el juicio hasta el más
insano asesino. Recordaba esos cuentos y sacaba valor de algún lugar (me
dijeron que del corazón) pero al recobrar el aliento emprendí de nuevo la
aventura, el objetivo era salir a una avenida o regresar a alguna parte conocida,
sin éxito alguno como esos personajes atrapados en pesadillas o situaciones
descabelladas. Volví a ver aquellas demoniacas figuras de humanos, porque serlo
no parecían con esa hambre que asola al insatisfecho, o ese amor maligno que
enamora al depredador de su víctima. Pensé en armarme con una piedra o un palo,
sin encontrar nada a la mano, también pensé en esconderme, en un instante me imaginé
en un hospital, cárcel o peor, en una tumba. Me armé de astucia y reaccioné, me
hallé en una zona de la ciudad que está llena de espantos y que por eso aún en
este tiempo, evitan pasar por donde las mujeres son violadas o los hombres
desaparecen o mueren. Salté una reja que daba a un paso de tren y corrí hacia
una mortecina luz, los demonios me iban frustrando casi alcanzándome, fue allí
que el abandono y el fracaso se transformó en la motivación perfecta. Me detuve
a esperarlos, se detuvieron antes de llegar a mí, tenía tanto odio dentro de mí
que vi la oportunidad para desatar la furia oculta en la sombra. Si me iba a
morir me llevaba a alguno, me moví hacia ellos y salieron corriendo como almas
que se lleva el diablo, balbuceaban algo inteligible, sólo cuando me di la
vuelta pude observar que la luz moribunda no provenía de un poste de luz, para
ser honesto, no venía de ningún lado, era un ovni que salió disparado cuando
pude lo detallar.
miércoles, 26 de septiembre de 2018
EN EL INFIERNO Y ENTRE DEMONIOS
Insisto, alguien que asesina, roba, miente o hace el mal en
general, no puede llamarse humano, es más un animal o un demonio, pues la
consciencia se trata de sentidos, y el máximo de ellos es de lo que se trata la
ética humana, el sentir y el existir. La humanidad en sí misma es una fuerza
más allá de todo lo inimaginable, y prueba de ello es la capacidad de su
cerebro diezmado en uso, y lo peor son los mecanismos de control para evitar
que se descubra el secreto de las élites: dicen ser especiales cuando no
difieren de cualquier parroquiano. Muchos se dignan con su hermoso cuerpo o se
ufanan con su hábil inteligencia, pero están vacíos de ideales y carecen
absolutamente de un corazón, pues sus propósitos son la superficialidad el
mundo, mientras la humanidad se deja llevar de sus impulsos y controlar por sus
necesidades, y nos arrastran a eso como si fuéramos esclavos y viles
miserables. Yo mentí, robé, hice males ya hasta maté animales, pero no pasé de
la situación o la experiencia párvula del crecimiento; y me sorprende ver cómo
muchas de esas lecciones que me enseñaron la bondad antes que el placer, son la
norma de todo aquel que en busca del éxito se justifica entre la contención y
la incompetencia, además, se ofenden cuando se les expone lo inútil de su
esfuerzo o lo hipócrita de su fe y forma de actuar, por eso son mediocres y
corruptos. No hay orden más que el caos, o no hay más caos que el orden, en
todo caso, la vida siendo dual debe ser también amónica, en su lugar, el
desbalance se manifiesta en cada dogma y no hay nada justo, ni la vida es
sagrada cuando lo que importa es el negocio, el beneficio de cada recurso
planetario o humano en pos de una pequeña sociedad secreta en las sombras tras
la luz del imperio comercial en el que el mundo está sumido. Por mí fuera
desterraría a todo aquel que no esté dispuesto a ser la redención, a quien no
esté dispuesto a sacrificar ese parásito que nos desangra y llevar a todos a un
nivel en que las clases sociales fueron superadas, pero la conformidad permite
que el mal se haga pasar por bien, como los impuestos o los abogados y
sacerdotes, que no son más que parte de ese sistema que los comerciantes del
pasado inventaron, y que refinaron hasta el punto de que no hay otro objetivo
en la vida que hacer dinero, y en ello se basa la familia y el individuo, como
si no hubiera otra cosa en la vida que: nacer, crecer, reproducirse y morir.
Antes quemaron a los que pensaron, crucificaron al que creyó, o nos dejaron
morir en el abandono, ahora simplemente nos usan a su favor cuando mi propio propósito
es la aniquilación filosófica de la política y religión, que tiene al mundo en
una empresa de virtudes retorcidas al servicio de unos pocos. Incluso ellos son
los gestores de las revoluciones que enmascararon esos ideales podridos,
siempre ambicionaron el poder que no lo quieren soltar por más perverso y
corrompido que sea, y ni modos de convencer a sus lacayos de una perfecta
estafa, cuando no hay mal que por bien no venga, y repito, mejor malo conocido
que bueno por conocer. Yo sería el tirano de tiranos: sacaría del país las
multinacionales que nos están diezmando, les cobraría lo robado como lo haría
con las religiones y asociaciones políticas que tanto crimen permiten, además,
limpiaría de esa iniquidad a la educación y la salud que tan ligadas están, eso
haría colapsar toda organización criminal lo que permitiría a localidades y
comunidades ser autónomos económica y culturalmente. Lo siento si peco de
déspota o yerro por utópico, pero creo que si nos obligamos a ser buenos como
hemos sido condicionados a toda la crueldad e ignorancia que nos empujaron, de
seguro seríamos el ejemplo no sólo del planeta sino del universo entero, por lo
que creo que si no condenamos la sociedad a perecer nos habrá condenado muy
pronto. No hay riqueza que sea honesta ni sangre derramada que no sea limpiada
por el espíritu, la vida es más que huesos y carne, no empieza y por ende no ha
de morir, sólo continúa en la existencia eterna de la consciencia del alma, no
somos criminales de poca monta sino titanes dolores de cabeza para esos inhumanos
que en realidad son demonios.
viernes, 17 de agosto de 2018
MASA AMORFA
La corrupción y la perversión estaban contenidas en un plano
tan oculto que sólo los sacerdotes y brujas más idóneas podían conocer, sólo se
escava a través de algún oscuro corazón podrido o nacido para ello. En esos
tiempos el mal era contraparte fundamental para equilibrio del bien y la
bondad, el corazón de la humanidad había evolucionado mucho más que su mente y
cuerpo, por eso se les trató de dioses que descubrieron poderosos arcanos y
edificaron increíbles maravillas. Las aberraciones de tan mitológico tiempo
prueban que su esplendor iluminaba a la vida misma, y no sería raro que esos
monstruos terminaran por seducir y encantar a los corazones bondadosos que
sucumbieron ante la iniquidad, las almas que cayeron y se perdieron en el pozo
de la ilusión y la desesperación. Todos llevan recuerdos de eso en sus eternos
espíritus o inconsciencia (como diría mi terapeuta), recordarlo es un trauma que
nadie quiere, además, el plan en este tiempo y lugar es el que vivimos a manos
de esos gobernantes poseídos por el mal, y nadie puede hacer nada ante la codicia
y ambición o el menester y la necesidad. No hay una verdad absoluta ni mentira
que no contenga algo de verdad, esa paradoja resuelta en la armonía de la
dualidad, es una de tantos misterios que ya revelados, como llaves abren
puertas selladas a mentes que se cerraron en la abrupta realidad. Puede que el
mundo sea un gran centro comercial, que todo su propósito sea comprar y
consumir, el perfecto control de un estilo de vida nocivo y tóxico, por no decir
que su política y religión son las bases de tan siniestro plan de intervención
y vigilancia, pero las almas como yo no se comen el cuento de la brutal
realidad, viajamos en una existencia física y de paso experimentamos la tridimensionalidad
siendo en esencia mucho más que luz y amor. Los maestros fueron usurpados por instituciones
mientras el pueblo se hunde en la miseria, todo por el beneficio de la estéril
élite que se traga al mundo sin importar nada más que acaparar todo en sus
arcas. Sólo cuando la noche es más oscura es cuando se reconoce el débil fulgor
de las almas atrapadas en la rutina y la impotencia, pues nada pueden más que
obedecer lo impuesto por ese macabro sistema que convirtió la humanidad en
simple combustible. No estoy aquí para ser la mansa paloma sin ser también una
astuta serpiente, no en vano la parte más primitiva cerebral heredada de los
reptiles son el instinto de la supervivencia, no obstante, soy de los que se
les puede venir el mundo encima y no moveremos ni una pestaña. Son tiempos
oscuros en que las mentiras son preferibles a lo desconocido, tan complacidos
en su miedo a la muerte que viven como esclavos por su cómoda mediocridad tan
popular, vulgares ladrones al fin de cuentas sin escrúpulos más que las
constituciones y leyes mortales. En las más profundas tinieblas se ven las
luces de insectos que cual luciérnagas buscan aparearse, pocos conocen el
código oculto de una sabiduría heredada en lo inherente de ser, esa magia
exclusiva de socios y distinguidos sin el más mínimo honor, brujo y demonios al
servicio del sistema que divide y conquista. Violentos y tontos defienden los
mismos preceptos que los oprimen, nada como un buen distractor o soborno para
hacer la vista gorda a tan pútrido negocio que hicieron de la humanidad y el
planeta, sólo viven por el dinero con el que cubren el miasma de su hedor. La
austeridad es un mal cuando en esencia la humildad no es ser pobre sino
necesitar muy poco, como el yogui que se dedica al simple arte de respirar
llegando a prescindir del alimento mismo, y esa debe ser la meta de la
humanidad y no esa industria que envenena y de paso lucra. En la antigüedad los
primigenios sucumbieron ante el ascenso de sus existencias, trascendieron los
planos o descendieron a los desalmados rencores que impulsa sus exitosas
carreras, asesinos que no son capaces de halar el gatillo para salirse con la
suya, como los criminales gobernantes que tenemos y tendremos mientras no
estemos dispuestos a ser responsables por nosotros mismos, no necesitamos
líderes ni control.
lunes, 25 de junio de 2018
EL MISTERIO ATRAE MÁS QUE LA BELLEZA
Sin tener en cuenta el género, el sexo es tan agradable que
las personas sirven de juguetes por un rato, los moteles se justifican en el
morbo del máximo placer humano de sus egoístas cuerpos, con la complicidad de
las inmortales almas que realmente conocen el amor que hacen los mortales. Me
enamoré de una mujer muy hermosa, tan sexy que tiene fama de sacar provecho de
ello desde el colegio, ahora en la universidad pareciera no tener límites ni
inhibiciones a pesar de que se da el lujo de escoger las presas que se come, a
quien le pone los ojos de seguro lo devora de cualquier manera. Nunca esperé
nada de ella siendo yo el más anónimo del plantel, suele andar en autos de alta
gama mientras yo disfruto de caminar, la bicicleta es buen medio de transporte
para el fin de semana pues entre los días es un riesgo con los ladrones y
asesinos. Ella estudia ingeniería y no es de las brutas, es de las codiciosas y
lujuriosas que no se conforman con poco por lo que hace hasta lo imposible por
obtener, así que ha viajado por el mundo, tiene su propio apartamento y su
auto, come en las mejores partes y compra en los almacenes de lujo. Los de
humanidades somos vistos como unos hippies e intelectuales ya que poco se nos
ve en bares, así como a muchos de ellos no se los ve en la biblioteca o la
hemeroteca, sólo saben de chefs, D J, licores y marcas. En el área de filosofía
hay un taller de culturas y urbanidad, lo dicta un maestro experto en
ingeniería social que ha estado en los cambios de gobiernos mundiales, el
sociólogo más exitoso y rico del país que ha estado junto a los más renombrados
gestores de democracias. No esperé verla allí, sentada en una de las sillas
individuales al frente de la clase, yo en el rincón de siempre veía su glamour
brillar entre los taciturnos estudiantes y uno que otro enamorado como yo. El
señor de cabellos canos nos aclaró que su clase no era una prueba de
conspiraciones, la cátedra es exclusiva del maestro por lo que deberíamos estar
honrados de ello, el anciano habiendo puesto en claro su intención procedió a
llamar a lista y conocer a sus estudiantes. Allí me enteré de su apellido y
segundo nombre, no creo que le importara el mío, el señor apenas me miró y
siguió con la lista. Hizo un compendio de las culturas originales del planeta,
el antropólogo planteó cada estructura de la que estudiaríamos, la economía,
mitología, clases sociales, hábitos, arte, lengua y lo concerniente en toda
organización y urbanización. Monarquías, imperios y demás sistemas no dejarían
tiempo para interacciones interpersonales, ni los trabajos en grupo ya que el
señor hacía las evaluaciones de manera individual. Los apuntes de la chica en
clase, eran tan acertados que no pareciera ser una muñeca sexual, podría ser
caprichosa y vanidosa, pero no una bruta, por algo ha sabido obtener todo en su
vida sin la menor consecuencia de una vida morbosa y disoluta. Por más de que
yo sepa no es mi intención impresionar un sujeto que está por el dinero, no con
la intención de educar la verdad más que la conveniente al contrato, sus conocimientos
de la vida no serían parte de las clases. De los cinco y tres milenios del
origen oficial de la humanidad, al imperio romano, pasó por todos los aspectos
de la vida incluyendo la creencia en la influencia de las estrellas en el
destino de la humanidad. Fue un placer verla en clase, no tuve la necesidad
incluso de hablarle, sólo con verla sentarse, hablar, preguntar o los gestos en
medio de todo ello, me bastaba y me sobraba, por eso disfruté cada segundo se
su presentación final. Yo era el último, escogí el tema más complicado por ser
el más interesante “el mito y la realidad” y desconocido. Hablé toda la clase
de las ideas de la creación del hombre o el origen de la vida misma, de teorías
y conspiraciones repartidas por todo el mundo y de la que la internet se
aprovecha. Terminamos el seminario justo antes de los grados, no la volví a ver
hasta el día que ingresó en la oficina del colegio donde trabajo, dijo: has sido el hombre más esquivo de mi vida
¿no te gusto? Me quedé mudo ¡Eso es
lo que me gusta de ti! ¡Eres un misterio! No la miré Que tú nunca conocerás. Le respondí y seguí con mis exámenes.
jueves, 24 de mayo de 2018
DESERTAR DESPERTAR O DESESPERAR
Siempre me he preguntado la razón de existir, el propósito de
una vida en sus diversas formas y asombrosas expresiones, que cuando me
intentan reducir a un simple sujeto se sale un espíritu que no ha nacido y por
consiguiente no ha de morir. Suicidio, el más valiente de los cobardes, no lo
defiendo ni lo excuso, pero comprendo el punto de quiebre de todo aquel que ya
no tiene la esperanza de seguir esta farsa. Sin intentarlo he terminado en unas
circunstancias de muerte, de la misma manera que me enfermo y me accidento,
pero al fin de cuentas, aquí sigo en un mundo que a pesar de ser hermoso es muy
macabro. En otro tiempo se valoraba la palabra, así era como se excluía la
mayoría de la gente que se somete como vulgo a la iniquidad de la nobleza, pues
los analfabetos convenían como ahora lo hacen los necesitados y desesperados
consumistas. Horror me causa ver la comodidad expresada en una prominente
panza, producto del conformismo al que se reduce la vida humana, mientras el
misterio se pierde en las especulaciones y las promesas incumplidas de los
estafadores, promotores del infierno al que estamos encadenados como seres
humanos. Derramaría mi sangre por otros, bien lo sabe el dios que me aquí me
tiene, aquel al que me acostumbraron a referir, pues creo que la energía de
infinito es la resonancia del espíritu en lo que llaman amor, y no es más que
elevar la consciencia más allá de la luz y la oscuridad o del tiempo y el
espacio. Lo subjetivo no es más que la parte interna del objetivo, es lo
superficial lo que tanto enreda al ser humano que olvidaron la gran fuerza de
su espíritu, la esencia de la vida. Ya superada la muerte, hallé el mundo del
que no soy digno, puesto que prefiero arrojarme al vacío que creer en los
preceptos de la sociedad, el yugo de una humanidad usada como fuerza bruta y
carne de cañón, cuando en esencia son más que dioses, y se comportan cual vil
animal sin aceptar que son cómplices del orgullo codicioso que es el sistema: lucro;
no es más rico quien más tiene sino quien menos necesita, y en esa razón soy un
millonario dejando su herencia, un don nadie que no tiene nada que perder, no
un taimado que teme perder la vida que no ha vivido sino trabajado. El arte es
la recompensa, mi tesoro más preciado, y no porque lo acapare sino porque lo he
visto, escuchado, sentido, olido y hasta degustado, un síncope de ideas que se
contraponen en la variedad de emociones y expresiones, unas geniales con la
energía ya referida y otras con la opuesta razón de fama y riqueza, en medio de
la mediocre sinfonía de culturas subnormales. Ante esa pretensión ególatra del
común denominador, prefiero ir como una sombra en la que la luz se revela, no
ser ese corriente humano que se convence del estatus olvidando que es una
condición pasajera, mientras lo que son no se puede negar por lo que hacen y
dicen, pueden engañarse a sí mismos y a otros, pero a mí no. Nací estrellado,
aun así, no dejo de ser una estrella; quizás por eso sea un ángel caído, pero
de todas formas un ángel, los santos déjeselos a los mortales mientras los que
estamos atrapados en este mundo encontramos la salida. A veces pienso que los
demás tienen razón en mi equivocada locura, luego en la soledad pasan cosas
mágicas y me olvido que de que estoy en el infierno, hasta que los demás me lo
recuerdan, y retorno a la condición corporal y física después de percibido lo
trascendental. He allí el dilema de esta encrucijada que hace mucho dejó de ser
motivo de revolución, de lo que se trata esto, la inquisitiva y caótica vida
que se abre paso entre la evidente muerte, materia prima de filósofos y miedo
de manipuladores mentirosos al servicio del lucro o mal intencionada
democracia. Todos somos existencialistas, vinimos a ser libres cuestionando
todo y probándolo en el ensayo y el error, por lo que muchos se trauman o se
confunden aceptando verdades a medias, rechazando la mitad que por más cierta
que sea duele y debe ser escondida, vituperada para que personas como uno
caigan en la trampa y no puedan sacar a nadie más, pero no cuentan con la
imaginación de los que nos volamos.
domingo, 22 de abril de 2018
MI PROPIO KARMA COMO EL AJENO
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imagen de google como casi siempre |
Si me dan a elegir elijo no elegir, es la libertad, cosa que
algunos desgraciados (Casi todo el mundo y algunos en el universo) ni tienen
opción, ni quieren. La ilusión del mundo de la vida se supera con la misión de
la consciencia, la mía ha sido simplemente existir, y en eso no tengo otra
opción así no la quiera. No quiero vivir en este mundo mediocre y consumista,
no creo ni en mí mismo cuando el ego y el instinto me impulsan, no pretendo la
gloria ni la fama donde el éxito requiere pasar por encima de los valores, y
soy tan honesto que peco de ingenuo y mortal. He percibido la vida como algo
más allá del juego de la economía, que es en realidad la esencia de la política
y la religión justificando todo el mal por un supuesto bien, y lo bueno sería
que esa gente no sólo dejara de existir, sino que nunca más existiera. No hay
que negar el éxito de tal empresa, ha sido por mucho tiempo, la costumbre no
habrá de cambiar, lo que sí, es la consciencia de quien siendo esclavo se sirva
a sí mismo como sirve a su amo, pues los capitalistas son los absolutos dueños
de casi todo en la vida, menos de mi pensamiento y mi actuar. Pueda que me
mescle en la chusma, que haga parte de un montón, soy un espía de lo imposible,
un espíritu atrapado en un cuerpo, mente perdida en un laberinto, estoy solo a
pesar de estar rodeado de esquiroles, depredadores geo monetario. Soy un
guerrero del espíritu, un alma libre a la condición del mundo que explora, una
idea propia que está en conflicto con lo definido e impuesto por la ambición
humana, de allí la alucinación de negocio que es la sociedad, un club al que no
pertenecemos más que como peones y carne de cañón, por ello el pueblo es
cómplice de un sistema corrupto y sobre todo nocivo para la esencia humana. Soy
radical porque mi raíz no es mi sangre o mi linaje, tampoco la patria ni el
dios que profeso, mi origen es esa espiritualidad que tanto me asombra, y no me
refiero al dogma o la forma, sino a esa particular experiencia de la vida
manifestada en el arte y la vida misma, esa contradicción y paradoja que tanto
explica el taoísmo como filosofía más que como ley. Escogí la vida de un
artista, no una profesión ni un lucro, hablo de la idea que se plasma en una
obra a pesar de las contrariedades y adversidades, preferí la imaginación a la
lógica y abandoné toda esperanza humana que no sea la trascendencia y la
profundidad. Descubrí a mi demonio de la perversidad, lo acepté y tratamos de
servir el uno al otro en lugar de servir al conflicto, amé esa oscuridad desde
que se iluminó con la luz. A diferencia de los dueños del mundo, nosotros
esperamos paciente mente que la energía se imponga sobre la materia, no al revés
como lo político y religioso que en sus diferencias son brazos de mismo pulpo.
Sacrifico mi intimidad por el mayor puesto público, es el deber de quien
ostenta el poder, que como el maestro enseñó: aquel que se haga rey, que
renuncie. Yo dimití de la sociedad, me quedé sin amigos que no tenga un
espíritu a fin de la esencia de mi ser o de la brutalidad de mi crítica, mucho
menos una familia que a pesar de que me mantenga, no comprenden que la fuerza original
de una célula se manifiesta en los órganos y el cuerpo entero. Las
corporaciones lo saben, hacen lo quieran del mundo impunemente, y para el colmo
de los males, no importan cuantos afectados existan si hace “bien”, he allí el
éxito de la más grande empresa criminal del mundo: la democracia. Lejos de los
tres estratos sociales, la vida se ha manifestado en la diferencia cultural, y
he allí la diferencia en el nivel de consciencia cuando los estilos de vida
concuerdan con la vida misma. No respeto a quien se inviste de autoridad por la
fuerza más que por la vocación o la habilidad, tampoco a quien por tener dinero
pasa por encima de la dignidad y el honor ajeno. Tanto tiempo de rechazo no me
ha hecho marginal, simplemente es el ánimo de lucha, y no porque no quiera la
soledad, es porque amo tanto la vida que ofende ver lo que hacen con ella, y la
muestra son ellos mismos, los esclavos sufridos que hacen su mejor gesto a
quien deber reclamarle, es justo, no me interesa ese karma, sólo el darma tras
el propio.
viernes, 9 de marzo de 2018
TESTIGO DE LA CARNE Y PRUEBA DEL ESPIRITU
Como ser humano reniego de la sociedad, a lo único que voy a
someterme es a la vida, la ley de la naturaleza y el inflexible destino, sólo
seguiré a mi consciencia y el propósito de su existencia: ser testigo de la
carne y prueba del espíritu. El día que los hombres y mujeres abran su ojo,
verán que perdieron el tiempo y la energía en un negocio que beneficia a unos
cuantos, aprenderán verdad y dejaran de practicar mentira, porque el que
elegimos es un taimado socio de capitalistas sin alma en busca del beneficio propio.
Los seres humanos son duales y dicotómicos en esencia, saca de su corazón lo
que tiene, y en el mío hay tanto amor que sólo me queda el desprecio ante la
falta de fe de mis congéneres, y se definen malos por naturaleza como animales
siendo dioses. Un gobierno para ellos es el auto gobierno, no necesito de nadie
que me juzgue o vigile, ni mucho menos de un producto que dicen ser esencial
cuando es un desgraciado lujo, así es ilegal o ilegítimo ese sistema con el que
esos pocos esclavizan al resto, una pandilla contra otra caterva en su política
igual que en su entretenimiento del balón pie. El viejo sabio murió en el joven
convencido, el que creció en su ignorancia y la reparte a diestra y siniestra,
y los ciegos siguiendo a ciegos caen en el hueco del que platón se pegó para su
mito de la caverna. La democracia es un sistema acondicionado por los
comerciantes, el verdadero nervio central de la vida es la experiencia, y ésta
no puede ser sólo ir al trabajo para gastar lo ganado en las mismas cosas que
se trabaja, la equidad no es un equipo de fútbol ni una empresa, es un valor
que se torció como todos aquellos en los que la constitución se pifia, porque
es la estafa más pulida que el hombre común defiende a capa y espada. Vendrán los
rebeldes como yo a cambiar el mundo, darán su vida por ello y los sobrevivientes
verán el sueño cumplido: no hay sistema más que la humanidad, y no me refiero a
esas penas y defectos que los asola, hablo de que primará los valores de
hermandad y solidaridad, ya no será una utopía hacer las cosas por amor que por
el hecho de hacer lo posible, pues nuestro problema como humanos es la mediocre
posición de conformistas y ciudadanos, de crédulos feligreses, borregos al
servicio de plagiarios y asesinos. No respeto a quien no merece la vida,
banqueros y políticos nunca debieron adueñarse de la humanidad, la iniquidad
reina en la hipocresía, ningún hombre honesto puede entrar en la mafia, sino se
corrompería y querrán desmantelar su diabólica empresa, sería un caos para los
que se benefician de lo mal que está el mundo. Me declaro en desobediencia
civil, por lo que votar no entra en mis persuasiones, mi trabajo no es una
esclavitud, es una labor, por lo que la recompensa no es económica cuando es el
conocimiento lo que apremia, como la salud y la vida que no se extingue ante
todos los esfuerzos por acabarla. Mi escuela tuvo por techo las estrellas y por
maestra la soledad, me graduaré el día que me largue, mientras tanto, seré el
dolor de cabeza de todos aquellos que defienden el lema: Dios y patria. Quise
ser un líder, se acabó cuando no hubo rebaño que liderar, cuando al final de
aquella campaña está la cruz, donde un hombre es más necesitado de lo que es
capaz, en un tiempo en que las maravillas del mundo no equivalen al negocio que
tienen por sociedad, pues no hay propósito en la vida más que vivir a la orden
de lo que impongan esos condenados próceres y gestores del capitalismo que
llaman democracia. Los anónimos brillarán en la oscuridad que cubrió al mundo,
los ciegos verán la luz y no caerán más en la trampa de los comerciantes, no
serán súbditos de la élite que manipula al mundo en la sombra de su dinástica
oligarquía. No soy un hombre del común, voy en lo ordinario navegando hacia una
humanidad despierta y bondadosa, no la atemorizada comunidad que llaman pueblo,
y que no son más que lacayos del tirano. Un espía de otro universo, eso es lo
que soy, un preso de la carne y otro más que pulula contra dominaciones y
potestades, un guerrero del espíritu que no se va a arrodillar ni mucho menos
disculpar por ser libre y pensar.
jueves, 15 de febrero de 2018
LA CORPORACIÓN INSTITUCIONAL DEL MAL
Dirán que es envidia, que soy muy negativo y nocivo. Ni
Petro, ni ningún político va a cambiar lo mal que está la sociedad, para eso,
cada uno de los elementos en ella debe ser consciente, y eso implica ser
responsable, y nadie quiere eso cuando la mediocridad es la base del
consumismo, y es allí donde debemos tomar acción. La no acción, el no comprar
la mierda que termina en la basura, mucho menos pagar impuestos, pues aquellos
que hacen lobby tras campañas políticas, son los que en verdad se benefician
con cada uno de los mentirosos en los puestos públicos, y es por eso que soy abstencionista,
porque no he visto ganar al voto en blanco, ni mucho menos hemos sido testigos
de cómo son castigados, no más vean a esos sacerdotes pedófilos que mueren en
la más absoluta impunidad. Las oligarquías se disfrazan de democracias, se
visten de libertad y paz y no traen más que guerra y negocio, es por eso que
debemos levantarnos en carácter, no consumir más ese imperio económico de unos
pocos (MUY POCOS) que se creen mejor que cualquiera, y la verdad son unos
desalmados que tienen la culpa de todo el mal en el mundo actual. Cada quién da
de lo que hay en su corazón, y el mío está infartado en la inhabilidad mortal
por descubrir la parte divina que existe en el ser humano. Llegará el día que
la sabiduría sea el alimento y la labor sea el placer que un trabajo no
produce, no tendrán más males que la misma imposibilidad, ni la muerte será el
control cuando el espíritu sea más importante que el cuerpo, y es en ello donde
falla toda la sociedad que está construida en los preceptos de una pirámide,
cuando la vida es un ciclo y no la artificial conducta que nos inculcan. La
humanidad en sí misma ya es un sistema, no es menester la mafia que tenemos por gobierno, el que planeado y fabricado por las mismas élites, muestra que son
viles y maquiavélicos, el fin nunca justificará los hechos que hablan por sí
mismos: asesinos, ladrones y esclavistas, apenas por encima, en el fondo son la
escoria y la peor parte de nosotros. Abrir los ojos no es despertar del sueño, es
hacer que lo soñado deje de ser una pesadilla, que lo vivido no sea un emporio
de unos pocos sobre el total, y en eso los americanos somos expertos, desde la
norteña tierra del “sueño americano” del cual tienes que estar dormido para que
lo creas, hasta la inhóspita tierra de fuego que es la entrada a la Antártida y
los secretos allí ocultos, los que habitamos esta tierra de encantos vivimos
entre la magia del mundo y la estafa de los bancos y sus socios dueños de las
corporaciones que como un monstruo se traga al mundo con sus tentáculos. Me
lavo las manos, ni comulgo, ni voto. Vivo la vida en la simplicidad de lo
familiar, cuando se trata de lo superior y trascendental, no hay fortuna que
valga para adquirir sabiduría o salud, ya que esa es la verdadera riqueza del
ser humano, que no la conocen y que les da la vida. Muchos van a ser inútiles,
policías, sacerdotes, políticos, militares, banqueros… y un sinfín de parásitos
que se alimentan del esfuerzo ajeno. La corrupción es poder, sólo aquel que
hace lo que se le dé la gana (capricho) demuestra su grandioso ego, es por eso
que enloquecer de poder pareciera ser el objetivo de todo aquel que lo busca,
pero cuando el poder del amor supere al amor por el poder se van a dar cuenta
que no estoy tan loco ni soy tan utópico. Ser idealista es ponerse una diana en
la cabeza, muchos líderes sociales son asesinados y nadie responde, deberían
castigar a la clase social más alta y sacrificarla en pos del beneficio total,
y no para remplazarla con otros déspotas, sino para exterminar esa clase de
gente que pasa por encima del resto. Su propio peso los va a aplastar cuando la
mentira sea tan descarada y la gente se canse, se educarán y sabrán que han
vivido una estafa, volverán a recuperar la dignidad y harán de la humanidad el
experimento que es y no el negocio que tienen, volveremos a la experiencia
antes que el deber, lo malo y lo bueno serán íntegros en la consciencia y no en
la competencia del ego, viviremos del espíritu y seremos los hijos de la estrellas
que somos, no la corrupta miseria en que nos tienen los oligarcas.
jueves, 25 de enero de 2018
VENIMOS Y VAMOS
Si me hablan se orden seré el caos, de la misma manera que
si me hablan de caos seré el orden, y no es por ser el adverso o contrario,
sino porque en la integridad de mi ser me gusta oponerme a mí mismo antes que a
los demás. La competencia no es lo mío, suele incitar mis más oscuros haces de
luz, prefiero la lucha que hace del conflicto una oportunidad para sucumbir
ante la ilusión o ser parte de la verdad descubierta. Prefiero la sobrevivencia
animal del ser humano, el instinto que es depredador por el cual el menester
del sueño, la comida y el sexo priman en su objetico de vida, no obstante, para
unos más elevados la vida es eterna a pesar de que la consciencia sólo vea una
parte, la que muere. Mi espiritualidad no la comprendo así como mi humanidad no
la tolero, odio el sentimiento de impotencia y decepción frente a la realidad,
pero me fascina y alegra la plácida sensación de no ser de este mundo. Cerrar
los ojos y dejarse llevar del silente vacío a través del tiempo y el espacio,
en lo más profundo surgirá esa energía o luz llamada espíritu, sin nombre ni
límites es parte íntegra del universo, herencia de una creación que siempre ha
estado y siempre va a estar, no nació y por eso no morirá. No hay mal ni bien
cuando lo bueno y lo malo van de la mano en lugar de ser contrarios, he allí el
dilema de la sociedad que se debate en cada evento de la vida, provocado o
aleatorio, cada suceso está ligado a los objetivos que quienes gestaron esta
estafa económica llamada democracia, religiosamente han cumplido sus sueños de
confort en el tope de una pirámide social. Más que un esclavo soy un preso,
cautivo en la consciencia colectiva de seres convencidos por otros, aceptan
obedientemente el yugo de su trabajo y se esfuerzan por alabar a su capataz, se
entretienen en banales propósitos y celebran la vida mientras otros son los
desafortunados que mueren bajo bombas, por eso los criminales prosperan en la
hipócrita vida de los comerciantes. Nací muerto más que viejo, fantasma de
persona que vaga al rumbo de quien lo invoca en menester de cualquier cosa,
atraído por la magia oculta en el ser humano y repudiado por la misma humanidad
que me pesa. Me llaman utópico, no me creen cuando despliego esa energía
interior en busca del misterio o la sabiduría, les gustaría que les hablara de
fútbol o de modas, ignorantes de todo arcano se convencen de sus formas
primitivas, las exaltan a tal punto que en lugar de avanzar retroceden en la
escala evolutiva, no ven que contribuyen a la ruina de su imperio como todos antes
de este capitalismo agresivo que nos consume. He sido testigo de que el hambre
se espanta por un rato mientras te evades en un libro o un juego, luego el
milagro se manifiesta y apremia al vencedor saciando su falencia, es la victoria
del espíritu sobre todo lo demás. Que confuso puede ser indagar la esencia de
la materia, y más desorientador buscarse a sí mismo en otros, he allí lo más
problemático de un ser que en lugar de buscarse a sí mismo prefiere vender al
mejor postor. Lo cierto es que nada justifica la riqueza de las élites, mucho
menos lo que son capaces de hacer cuando han perfeccionado su estafa, se
regodean en sus tronos sin el pudor noble de sus almas, sin vergüenza alguna
imponen sus maneras y se vanaglorian del éxito de su empresa. Tiranos
escondidos tras lo público, indiferentes y desalmados que dicen amar la vida
cuando la sacrifican impunemente, que valoran la falacia del dinero mientras se
burlan de la sabia bondad que habita en el ser humano, la destruyen enseñando
que el propósito del ser humano es trabajar, los adoctrinan en la mísera
esperanza de una vida mejor. No pretendo ser un santo, estoy lejos de ser una
buena persona, la sociedad me ha defenestrado casi hasta la locura, me corrompe
con su rutina y me desuela con su ignorancia, me amarga y me deprime, tal vez
por eso aquello que llaman espíritu se impone a mi dolor y me muestra que
venimos de otro lugar, al que iré cuando muera, quisiera pronto talvez muy
lejano, como condenado a ver la caída de la sociedad y el nacimiento de la
humanidad consciente y elevada digna de honra y tranquilidad.
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EL CASTILLO DE LOS PIRINEOS

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