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Bastet gato blanco cola de lémur |
El miedo más que una emoción es un instinto que en la
naturaleza nos informa de algún peligro o una adversidad, no obstante, luego de
la intervención divina, el recelo convirtió a la consciencia en cobarde ego, uno
que se vale de la violencia y la muerte para hacerse fuerte y poderoso, cuando
en realidad lo más sublime es el espíritu. Mi corazón está envenenado, más que el
desafortunado Baxter quien trascendió de una vil manera, igual que yo vivo en
medio de una sociedad que no sólo vive de la muerte sino también la justifica,
esclavizó a la humanidad y la degradó al punto materialista de no retorno.
Baxter solía huir cuando algún extraño venía a la casa, tenía un lugar entre
dos muros donde se escondía, siempre fue nervioso con las personas incluso conmigo
mismo ya que su ama era mi abuela, y a pesar de su timidez, a la hora de comer
era el más impaciente, se pasaba por encima de su madre y su hermano para ser
el primero en comer. Sólo una vez el gatito me dejó acercarme lo suficiente, el
resto de las veces se levantaba de donde fuera que él estuviera tomando la
siesta, se agazapaba y buscaba por dónde perderse, quizás porque yo también era
otro de esos extraños que pasan el tiempo en casa de la abuela. Y aunque yo no
pasara mucho tiempo con Baxter lo extraño mucho ¿Cómo será mi abuelita? No
puedo evitar la rabia y la impotencia, es mejor que deprimirse o enajenarse. Algo
más para agregar a este lúgubre y macabro relato es que fui o quién nombró al
gato, pensando que era gatita le puse Bastet en honor a la diosa egipcia en forma
de gato, por eso era por lo que en el pueblo solían decirle Baxter cuyo nombre
es más común y sobre todo pronunciable a las lenguas parlantes provincianos. He
aquí el horror hecho realidad, el dolor y la pena de una dulce viejita viuda
cuya compañía son sus hijos felinos, aquí aparece toda la maldad en su
expresión máxima, incomparable con las masacres y personas que desaparecen,
pero sí tan triste que en otras ocasiones han terminado también con la vida de
las desoladas personas a quienes les asesinan sus compañeros peludos. Me
imagino al gato en su libertad espiritual rondando el karma de su asesino, ser
testigo de su rechinar de dientes pues el castigo es poco para lo que merece
alguien que se atreve a hacer daño y sobre todo a quitar una vida pues no
existe ninguna indispensable, es por eso por lo que muchos son vegetarianos,
nadie sería capaz de cenar a un miembro de la familia. La indiferencia y falta
de empatía moderna es el resultado de milenios de sociedad y siglos de
capitalismo, los valores están invertidos en el capital que mueve al mundo y al
lucro que se acumula en paraísos fiscales ¿Y qué tiene qué ver todo esto con Bastet?
Millones de animales son sacrificados por la necesidad cuando en verdad el
negocio es lo que en realidad importa, por eso la hipocresía de muchos “animalistas”
perturba al inclusive de la vaca, el pollo o el cerdo, sin contar las decenas
de especies de peces y mariscos, mientras todo lo referente a la agricultura es
una industria multinacional de bancos de semillas, pesticidas y otra gran cantidad
de tóxicos que contaminan a la humanidad y el medio ambiente. Pienso que Bastet
está ahora en una misión superior, su pavor era la intuición de lo sucedido, es
un ángel regresando al universo de los felinos cósmicos, donde nadie lo
desprecia ni lo detesta, sin traidores que deseen exterminarlo o que se
molesten con su sola existencia, quizás por esas noches de correr sobre los
tejados de zinc. Ya antes a su abuela también la habían asesinado, y otro más
pequeño que había lo mató otro más grande que vino por la noche, así que lo más
seguro en esta vida es la muerte, o en su defecto fueron los perros que
salieron corriendo de la casa y no regresaron nunca. He allí el miedo de los vivos,
el terror de despertar en las mañanas o el placer de poder dormir aunque fuera
sólo un par de horas, intermitente-mente pensando en aquellos fantasmas que me
acompañan en la soledad, los que ahora me consuelan en este duelo, si algo
bueno hay en esto tan malo es que me enseña que también todo lo bueno tiene
algo de malo, el espíritu está encima de todo eso.