Con la vida
viene la muerte, la dualidad absoluta de la existencia. Dejando a un lado los
motivos naturales, voy a enfocarme en el suicidio, y aunque defienda ese
derecho no recurriría a él ni lo permitiría si pudiera hacer algo por el desahuciado.
La humanidad es casi la totalidad de pueblos sometidos a los desalmados socios
y su globalización, este injusto y criminal statu quo ha sido por milenios el
problema que nos asola como especie, nunca en la sociedad ha habido la dignidad
ni el honor, es el interés personal de aquellos quienes creyéndose privilegiados
dictan las reglas del juego y para colmo hacen trampa. El mayor motivo para
terminar la propia vida está en la deuda, el factor económico es la principal
causa seguida de la angustia existencial, esa búsqueda de un significado de la
vida que en el capitalismo no vale nada si no es recurso o producto, sin
libertad no queda más que el temor y la ciega obediencia a la responsabilidad
con la nación y su dios, por lo que uno se pregunta ¿Dónde están cuando se les
necesita? Estas dos clases de personas: los socios, lacayos y esclavos; y los aislados
y rechazados. Son los polos opuestos de un negocio cuyo interés es comercial y económico
no hace lucro sin esclavitud, por lo tanto, todo aquel engrane en esa cruel e
inhumana empresa mundial del estado y su iglesia es culpable, por lo menos cómplice
corrupto, ignorante fanático o quizás esquiroles mediocres cual beatas en
bancos rezando por un lado y juzgando por el otro, la sociedad es hipócrita y
nada más aberrante que la burocracia, tras esos servidores públicos hay
demasiado ego, envidia y codicia. La depresión y tristeza es parte de una vida
sin ética ni consciencia más que la biblia y la constitución, y ni eso porque
hace falta un jurista para comprender semejante estafa, pues como pueden
comprobar las instituciones de la nación protegen a los ricos y sus
corporaciones en lugar de exigirles y demandarles el daño que han causado, y seguirán
impunes mientras puedan operar a través de sus contratos y procesos, que más
que angustia produce rabia, y desde allí se impone al enemigo interno quien es
el único con poder para exterminar la vida, y si me pongo en los zapatos de
aquellos que han cometido el fin de sus problemas y su existencia, también me
cortaría las venas o me colgaría, no obstante, hay una fuerza indescriptible
que se impone al sentimiento de derrota, lo acompaña a uno en medio de la nada,
es por eso que de nada sirve rezar ni diezmar, es sólo otro negocio que no deja
de otra que… Habiendo visto la muerte cara a cara aprendí a vivir, y asimilando
la vida reconocí al Dios en mi interior, ese pedazo de su espíritu que por más
intente atentar contra él siempre es quien me vence, me impulsa y me anima a
seguir hasta que sea la naturaleza quien haga su labor, esa misma misión que en
mi caso es no sucumbir a la oscuridad sino más bien ser un sacrificio, cosa que
bien he visto en quienes intentan cambiar el sentimiento, pensamiento y actuar
de todos los pobres convencidos de engaños e intereses elitistas. Me resbala lo
que diga cualquiera, aguanté el abuso físico para fenecer por las estupideces
que la gente suele decir, y nadie sabe hacerlo mejor como aquel que conocemos,
y la traición no solo nos lleva al exterminio sino al homicidio incluso, bien
se ha visto en la congestionada justicia aberraciones cuyos precedentes están justo
en ese privilegio de clase y fortuna, todos ellos y su séquito no tienen poder
en sus palabras, son vanas y vulgares, sin esencia más allá que ser larvas y parásitos
chupa sangre y roba almas. Querida amiga (o), a cada quien le dan las
herramientas para construir o hacerlas armas, seas socio o humano, eres parte
de un colectivo donde perder uno es perderse a sí mismo, y uno ve muchos
muertos en vida que aparentan lujos llevando dentro el vacío y la nada a donde
irán cuando mueran, he allí el miedo de casi todos y mi tranquilidad sabiendo
que no soy yo quien se miente, tampoco me culpo ni mucho menos me arrepiento de
lo vivido y por vivir, con la luz viene la sombra, el infierno son los demás,
los socios, esos que te quieren muerto o esclavo, no les des la razón y el
poder.
1 comentario:
Con gran sorpresa, luego de tanto tiempo sin publicar, me asombra los nuevos lectores o relecturas que observo en el contador, les agradezco el tiempo y sobre todo su interés y curiosidad en este blog, son ustedes la energía cuyo arte resuena en cada post aquí escrito, hacen parte del sentir y pensar moviéndose a la trascendencia. Mis post-apocalípticos amigos y amigas, les envío un fraternal y fuerte abrazo y de nuevo GRACIAS.
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