¡Ese man no
quiere a su madre! Dijo él con un profundo desdén, se le notaba más que
molesto, un desencanto que lo tenía sumido en la tristeza y el existencialismo,
decepcionado de la sociedad y su élite gestora, ya que la humanidad cayó en la
trampa del materialismo histórico. Esperé si decía algo más de su infortunio,
pero en su estado de profunda ira, era mejor asentir en silencio. Seguía
hablando de la traición a la confianza por amor al dinero o al ego, y que era
eso justamente lo que más le ofendía de su supuesto amigo. Luego de su
desahogo, se dio cuenta que no tenía idea de lo que hablaba, y en un tono algo
más calmado, pero más agresivo e ignominioso “Por capricho esta gente afecta al
espíritu sin darse cuenta que el daño es a sí mismo” comenzó a narrar: hace más
de un mes le consigné al mono un dinero por su producto, esperé unos días hasta
que me dijo que no tenía existencias y debíamos esperar unos días más, que se convirtieron
en semanas, a lo que le pregunté ¿Qué pasa? Y resultó que el tipo se ofendió
conmigo porque mi amigo disque amenazó y ofendió al imbécil ¿Y yo qué tengo que
ver? El maldito me dijo con orgullo su capricho de demorar la entrega, tuve que
salir a buscarlo porque no contestó los mensajes, y al verlo con otros quienes
me agradaban, me sentí miserable por la mezquindad del sujeto a quien creí
maduro, responsable y mi amigo, pero resultó ser otro cretino que se cree mucho
siendo un liliputiense esclavo de las apariencias. Y ya va un mes que ni el
dinero ni la mercancía entrega, todo porque la niñita se sintió humillada y
vituperada por una expresión como “maricada”, ya que luego de preguntarle qué
fue lo que mi amigo le dijo expresó que simplemente fue esa la única grosería
que profirió, y por lo que el mono me escribió a mí pareció algo más grave, y
¿Es esto venganza, justicia, pretensión o sólo la condenada sociedad
desquitándose conmigo? Hizo otra pausa para pasar el nudo en su garganta con
una bocanada de aire, le vi asomar en sus ojos el relente dolor evitando
derramarse como la sangre que el karma se ha cobrado, algo que se calaba en mi
interior como si fuera yo mismo quien estuviera al borde del suicidio. Quería
ayudarle, le ofrecí dinero para que comprara en otra parte, y respondió que era
una cuestión de honor más qué de negocios, que el amigo de otros amigos peló el
cobre con la actitud ególatra y desquiciada de un ñero. Pensé darle una
sorpresa a mi ex regalándole cremas y maquillaje, pero ésta loca se transformó
en la envidiosa y odiosa pelea de dos pobres diablos enganchados como
serpientes en celo, y lo lamento por mi amigo, pero fue poseído por la
oscuridad y su ciega necedad en respuesta a la propia iniquidad del mono, del
que no esperaba algo así, que me robara y caminara impune por las calles del
pueblo, donde se puede dejar la puerta abierta y la gente que pasa ni siquiera
mira hacia adentro. El tipo no sabe la cadena de eventos que ha generado, y más
allá del dinero que le pedí prestado a mi amigo, lo faltón que soy con mi ex, o
devolver el dinero que pedí prestado y tocó más para comprar las cosas por otra
parte, las que no me recibe esta nena por incumplido, y ahora no sé dónde
venderé los tarritos y recuperar el dinero para devolverlo, y a eso súmele que
éste hijo de su desgraciada vida se le ve por ahí como si nada, mientras yo
estoy que me cuelgo o me corto las venas. Antes de que se hundiera de nuevo en
su depresivo dilema, entendiendo que ni su amigo, ni su ex, ni el mono le respondían,
dije que hablaría con él, pero dijo que no, que la vida se lo cobraba y sino
peor era que cosechara la muerte, que cada hora que pase en la ignominia el
maldito añade años a su condena, mejor era no manchar la inmortal esencia que,
luego en la eternidad tendría la paz que deseará el rechinar de dientes del
otro en su infierno, esa necedad ego maniaca del convencido de esta sociedad y
su élite de inhumanos hipócritas que no aman a sus madres, esas que en la
ignorancia se acribillan indiscriminadamente por culpa de sus retoños, por eso
yo tengo la de caucho, esa mortal que se suma a la masa. Ame a su mamá, cuídese
de mancillar el amor. Fue lo último que me dijo él.
Es haber sobrepasado el dolor y sufrimiento con la alegría de abandonar los muros de piel e indagar el universo. Ya no hay tiempo, y si lo hay no marca límite, será solo una sensación que se convierte en un portal de tele-transportación. Ya me hice un juicio y vivo reflexionando en la profundidad de mi ser, conozco mi pasado, se lo que hago intuyo que haré.
miércoles, 10 de septiembre de 2025
NO MANCILLES EL AMOR POR EL LUCRO
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EL CASTILLO DE LOS PIRINEOS

donde habito (salido de mis sueños)
MAIAA

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