Aprendí que la máxima del universo es lo mental, luego
derivan la causa y el efecto y de esa
manera se extiende en movimiento o género, al ritmo del tiempo y a la condición
del espacio es como la consciencia desarrolla lo que es la vida. Son infinitas
variables pero una sola verdad “El amor” la fuerza universal a la par del miedo
son los motores de la existencia, conservación y la gran creación no se oponen sino
complementan la trascendencia pues el final solo es un cambio de estado o
plano. Quienes divagan en el pensamiento y la sensación saben a lo que me
refiero, no es diferente de lo que siente todo ser en un estado de excitación o
elevación, es conexión con todo lo que nos rodea y sobre todo de lo que nos
hace vivir, aquello que respira por nosotros y se esconde en un corazón que
palpita más que por razones orgánicas. Sé diferir ente religiosidad y
espiritualidad, pues la primera es un dogma rígido y caduco mientras la segunda
es la práctica de idea y sentimiento aplicados a la convivencia; tal vez por
ello el tráfico de influencias o como dicen aquí “La rosca” es tan fundamental
como inevitable la corrupción, así el mal se impone sobre el bien que no dejará
de ser humilde y paciente. No soy un problema pero tampoco soy el remedio, ni
quiero ser el héroe o el líder ya que el ideal que se tiene del éxito está por
debajo de los estándares cósmicos, y mi visión es altiva como el espíritu que aquí
blande su lengua de fuego como el guerrero de la luz que es. Somos más que
dioses pues la energía es superior a cualquier deidad, no hay más fuerza
poderosa que el amor mismo que se manifiesta en la vida, pues hasta la muerte
es parte de un proceso que cual escuela forja el carácter de cada alma, hace de
mortales los infinitos creadores de universos lejanos y distantes. Dicen que
estoy loco y otros que soy un desperdicio, y no están muy equivocados, así son
las personas que no caben en la mecánica de un sistema artificial, estéril y
desalmado, no comulgo con instituciones políticas, religiosas y mucho menos con
la banca que tiene al mundo inmerso en un consumismo salvaje y despiadado. Es
el ego damas y caballeros, el cual mientras esté ligado al cuerpo olvidará que
es un ente más allá de las capacidades físicas, podría hacer milagros si no
creyera que el trabajo lo es todo por el dinero y olvidan su labor como seres
humanos, y por eso mi amiga parca y mi compañera austeridad me han enseñado más
de lo que por mí mismo podría. No pretendo ser nadie pues ya soy lo que soy, y
eso es ser el misántropo que soy y lo que los demás pueden dilucidar de mí, no
quiero ni fortuna ni fama y mucho menos el éxito de los hombres, me basta con
la vida que tengo pues a pesar de mi desorden no tengo consecuencias, tengo
juventud, energía, y sobre todo FE, es por ello que creo lo que creo y vivo lo
que vivo, es por la fe que me levanto en la mañana así no quiera y que en la
noche a la hora de dormir me manda tranquilo. No publico mucho pues hablo
demasiado a los que tienen el valor de acercarse, también es castigo a quienes
se alejan por su orgullo o necedad, y sin lugar a dudas es mi terapia personal
del proceso creativo de las artes post-apocalípticas, lo que comparto de vez en
cuando y que por lo general redacto en lo secreto y privado de mi existencia.
Muchos a pesar de ser parte del sistema aún conservan la llama encendida del
fuego de la vida, no creen del todo en sus gobernantes o sacerdotes y que al
igual que yo estamos hastiados de los miserables banqueros y demás
comerciantes, es por eso que lejos de sus planes vivo en la caverna donde
quizás platón descubrió el mito. La sociedad es el problema, la gente reacciona
y al final el gobierno decide, por lo que si el pueblo quiere justicia debe
prescindir de sus modelos nocivos de administrar, pues esos hombres actúan más como
demonios que como humanos, son mentirosos.