miércoles, 19 de abril de 2023

FELIZ VUELTA AL SOL DONDE QUIERA QUE ESTÉS MI AMOR


Amor y miedo es la dualidad esencial de la existencia, Luz y Oscuridad. La simple idea parecía  una obviedad, la gente viene al mundo por su física gracia para temer por su seguridad, así que las dos fuerzas fundamentales se manifiestan tan profundo que es fácil caer en cualquier extremo, hay un tiempo para llorar y otro para reír, no hay dulzura sin amargura. Para Alejandra la filosofía era por mucho la llave mágica que abre la puerta de la consciencia, sobre todo cuando se basa en meditar o reflexionar, y mucho más si esos pensamientos o sentimientos concuerdan con el ambiente de la poderosa naturaleza. Lejos de lo perceptible para los que van preocupados en asuntos triviales, sin el mínimo de interés en su dignidad pues quien un poco de ella tenga no es sometido a las prisas, tampoco diezmado ni reducido a ser un rebaño o proletariado mediocre, la chica sentía la magia heredada más allá de lo físico y material que pueda ser el ADN. Su conexión con la otra vida hacía de ella una muchacha macabra, adusta y ermitaña, sin dejar de tomar lo que quiere cuando puede o dar lo que debe o pueda, una rara joya de la humanidad disfrazada con las investiduras de socios desalmados, siempre a la defensa, ingenua e inocente adentro del caparazón de hielo que ponía ante los demás. No obstante, entre sus diez y seis años y la veintena compartió la mitad de su vida con otra estrella fugaz como ella, un tipo desorbitado con una energía intrigante y adictiva, pues su vitalidad no era sólo en el sexo sino también en cada idea que se les ocurría, pues sus planes les permitía escaparse incluso por semanas. El secreto de Alejandra no era su relación con el joven, lo fue que ella no siguiera los intereses comerciales de la familia, nadie hace una fortuna filosofando a menos que sea sobre el capital o Dios, temas preferidos por los demagogos que administran los recursos públicos y la sociedad. Su rebeldía era tanta que prefería el rechazo de su familia y tener que sobrevivir por su cuenta, nada es más seguro que la muerte y los impuestos, la angustia y el dolor de la enfermedad o las deudas, pero todo eso  era una ilusión como el lujo o la certeza de lo banal, cuando en realidad, junto a su amante descubrieron el equilibrio entre el miedo de perder y la alegría de ganar. Las peleas aunque pocas, eran tan fuertes que cualquiera pensaría que era el final, pero sus reconciliaciones eran igual de intensas como sus discusiones, al punto de solucionar también sus conflictos laborales o sociales, porque si todo estaba bien adentro de ellos afuera iba a estar igual. Las pruebas fueron pesadas, no eran inmunes a la traición o el interés que tiene el mundo por las almas, él no resistió probar las drogas y ella sentirse abandonada, a eso se sumaba el profundo odio de la familia de ella por el tipo o las ganas de gente interesada en cada uno, por lo que intentaron de todas formas separarlos sin éxito. A él no le importaba si ella estaba con otro mientras pudiera clavarse la aguja, pero ella se preocupaba tanto por él que prefería consolarse a sí misma que volver a cagarla. Alejandra hacía una tesis sobre la adicción de su pareja anticipando una sobredosis, lo amaba tanto que si ese era el destino que así fuera, sabía que en el fondo él la amaba tanto para confiarle su vida y su muerte, todo su trabajo se lo dedicaba a ella quien recibía el pago por sus composiciones. Finalmente pasó, su corazón no aguantó y se detuvo, ella dormía a su lado cuando sucedió, lo besó por última vez y se echó sobre el tibio cuerpo mientras se ponía rígido y frío, su expresión reflejaba la tan esquiva paz, era el perdón por haberla pillado en la cama con otro tipo por lo que cayó en la adicción. Lo extrañaba, caminaba recordando sus travesuras, lo escuchaba en su mente y lo sentía en su corazón, la falta física era compensada con su espíritu, tan penetrada de él que quedó impregnada de un místico poder la ganadora del premio Nobel.

EL CASTILLO DE LOS PIRINEOS

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donde habito (salido de mis sueños)

MAIAA

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