En Mateo 24:6 su versículo anterior y el posterior, pareciera una breve descripción de la política mundial en el siglo pasado y el comienzo de este nuevo milenio, que comenzó fuerte con planes pactados en secreto y ejecutados públicamente como el 9/11, ahora se nos advirtió de un virus y vea, por eso no es de extrañar que el pánico de una tercera guerra mundial sea más evidente o posible, ya que los tramposos dueños de la historia así lo han querido, o como dice el evangelio, así lo quiso Dios. Antes que temer al gobierno o el sistema prefiero odiarlo, no queda de otra a la hora de elegir entre ser una sabandija esclava o lacaya y ser un demente a la deriva de la egoísta visión del que piensa o al menos reflexiona. Tal sentimiento es la verdadera desazón humana por la cual la consciencia ha sido degradada, deshonrada y desalmada cuando el ser humano dejó de ser algo digno para ser trabajador, etiquetado por su raza, credo, nacionalidad, estrato social en pos del material mercado, cuando aquello que trasciende es manipulable y cuantificable sobre todo. La realidad es más fantástica que la ficción, distraídos u ocupados, se les escapa la magia de un instante conectados a la verdadera fuente de la vida, no la ilusa superficialidad de personas necesitadas y desesperadas, sino esa energía que más allá del tiempo y espacio nos conecta con algo increíblemente cósmico, el arte de un universo pintado de luz sobre lo que parece vacío, pero está lleno de luz, sólo que en otra frecuencia o dimensión, lo cual sería como comparar un sistema galáctico con cualquier átomo. Nada ocurre por azar, tampoco es la perfecta creación de un invisible ser que pide adoración, ni el orden mundial de una élite dominada por criaturas atrapadas en la bajas esferas de la más baja dimensión, incluso éstos son parte de un gran entramado que hace el pensamiento debido al espíritu, la dualidad cósmica original donde todo fue concebido para ser destruido en los infinitos ciclos de la sabiduría y la vida, la experiencia. Los sueños son una prueba de ese mundo paralelo, no en vano nos conecta con los muertos o nos lleva de paseo un tiempo por el universo, también se manifiestan en la creatividad de los artistas que se ingenian desde las populares piezas, hasta los asombrosos y complejos desarrollos científicos y urbanos; sin olvidar que la astucia política, la codicia económica o la farsa religiosa ha sido la artimaña para dividir y conquistar, para enfrentar a los hermanos y hacerlos que se maten para quedarse con lo que ellos dejaron y por lo que se pelearon. ¿Para qué vine a este mundo? ¿Qué debo hacer para irme de aquí? Porque los eventos que definen la existencia aquí son nacer y morir, antes y después de eso es la vida en esencia, por eso los desalmados le temen, igual que los condenados por la moral o el karma de sus actos, dejaron de oír sus voces interiores cuando creyeron en lo que les dijeron, sin darse cuenta que estaban olvidando ser humanos por hacer parte de la sociedad. Dirán que vamos a ser bombardeados por misiles terroristas, cuando ya somos masacrados por grupos armados y criminales, por un estado asesino como el que actualmente está siendo buen pretexto para que la OTAN muestre sus colmillos al oso ruso, igual que en este desfigurado y aberrante gobierno donde no hay justicia ni paz, sólo es un buen negocio. Van a meter miedo hablando de los lazos entre la vecina Venezuela y los rusos, y seguirán sacándole jugo al plan pandémico, y van a seguir con sus planes de alienígenas o deidades que regresaron por los suyos y demás secretos que no podrán ocultar más, como el origen de las tecnologías y la razón de tanta iniquidad que se traga al medio ambiente. La guerra fría se calentó, pero si no vieron el Strangelove de Kubrick, no han de gozar de este circo como uno, al fin y al cabo es menester que esto pase, pero no será el fin, no aún.
