sábado, 22 de junio de 2019

CONSPICUO FANTASMA



El verde de la naturaleza rodea el lugar y se impone ante la macabra idea de la muerte, todo el contraste de lo bello y lo horroroso en un solo lugar, de la misma forma que en mi interior se vive una lucha constante, esa guerra clavada en los corazones humanos e idealizada en todo lo que nos creemos o convertimos. Pensaba muchas cosas ante una lápida, sentado allí en una silla mirando el horizonte, perdido en el infinito. Todos estamos muertos, simplemente nacer es condenarse a morir, a desvanecerse en el tiempo y el espacio. Había caminado mucho, suelo hacerlo cuando me invaden los pensamientos y el sentimiento, cuando me intento evadir de una realidad que no deja de asolar mi consciencia. Necesitaba hablar con alguien, y no teniendo más que recuerdos, salí en dirección al jardín de paz donde está enterrada mi novia, donde quedó una parte mía sin poder hacer nada más que llevar el duelo, aceptar que nada en este mundo es justo como la muerte misma. Es un día soleado, las aves vuelan y cantan, una que otra nube flota en la distancia, y nada es más sinfónico que esa mescla silente de un cementerio y la bulla de la gente que trabaja allí, o que vive cerca, van de paso o igual que uno, están de visita. Tomo aire, más bien es un suspiro, no me duele el abandono o la soledad, es la falta de comunicación lo que me recuerda que estamos desconectados, incompletos, separados. La fe no flaquea, es uno que permite afectarse por todo el mal del mundo, que olvida la luz propia y se enferma de humanidad, deja que su espíritu se arrastre en la carne en lugar de elevarla, y es allí donde la muerte tiene más sentido que la tumba misma, pues sé que allí quedan restos de un espíritu trascendente. No quisiera irme, pero debo regresar al abandono y la soledad, nadie me comprendía hasta que di con ella, y no sé porque no duermo con ella en el más allá, y por más que quiera regresar a la oscuridad y ocultarme en las sombras, no dejo de recorrer los días de existir y soñar los días de morir. No hace falta decir que te extraño, que me arruino sin tu apoyo, que me desborono sin tu compañía, y de la nada su sonrisa aparece en mi mente y me consuela, no como uno de sus tiernos besos o abrazos, sino con esa esperanza de volver a verla el día de mi muerte, y que cada día espero sin optimismo. ¡AY DIOS! qué terrible ausencia, pienso en aquellos que no volví a ver cuándo me fui a vivir con ella, en las mujeres que traté distante por amar a esa mujer que me arrebató la tragedia, personas de las que no tengo la menor idea y mi más mayor anhelo, porque amar se pasa de lo físico que a la final ni la muerte vence ese vínculo. Sé que pasará el tiempo y esa humilde cripta no dirá nada, no servirá venir a dejar flores y rezar, tampoco será útil pasar tanto tiempo lamentándose por tan impotente situación, pero estoy seguro que de alguna manera tanto dolor forjará un alivio, y así la muerte deja de ser algo negativo. Ella amaba mis defectos más que mis virtudes, veía en mí lo que ni el espejo me mostraba, es por eso que sufro más de lo imaginado, que esa pesadilla horrorosa se hiciera realidad y me atormentara en este inclemente duelo, porque a pesar de que el amor de otros me intente animar, lo cierto es que no puedo con este sentimiento tan macabro. Justo en ese momento entró un sepelio, la carroza fúnebre con su cinta violeta y un nombre que mejor reservarse, la gente detrás con el pésame en sus rostros, y los imagino riendo luego de llorar al muerto que se fue al hoyo y el vivo al baile. ¿Qué será de la vida Julia? Y sé que no vas a responder ni manifestarte, siempre la despreciaste por ser bonita y noble, porque creías que competías con ella sin tú tener rivales, y por ti la dejé a merced del corrupto mundo. ¿Cuándo será mi turno? Y lo espero como el día más importante de mi existencia, cuando regrese a la luz y al amor de donde no bebí salir, no debí nacer, no obstante, si continúo en el mundo es porque me merezco tal pena o me espera un milagro. Era mi destino conocerla y ser su pareja, ahora su destino es mi forma de comportarme, me casé con la mejor mujer que ahora me acompaña como conspicuo fantasma.

EL CASTILLO DE LOS PIRINEOS

EL CASTILLO DE LOS PIRINEOS
donde habito (salido de mis sueños)

MAIAA

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