EN PICADA

Me ha invadido el mal, la perversión, me he dejado tentar, pero saben, a eso vine a este oscuro mundo, a este infierno, a conocer, a entender, sin mal no hay bien, son sólo los extremos del mismo hilo, ya nuestros pecados han sido perdonados, por ello me atrevo a bajar al submundo, caer en la más vil aberración, dejar salir la bestia de mi interior, pues a ella la acompaña mi bella alma, quiero resguardar lo mejor y enfrentarme a lo peor de mi mismo. Antes de que me estrelle abriré mis alas, pero aun puedo descender más y más, ser como no soy para mas nunca serlo, un instante en la carrera cósmica, por más que me unte no seré mierda, no se puede cambiar la esencia ni llamar rojo al azul, todo es vanidad, ilusión, un devenir, la condición pobre de un caído, la hora del horror, de probar lo bueno que soy pasando por lo malo, enseñando y aprendiendo al tiempo, no se como explicar este estado intermedio, soy un humano demasiado humano, pero cuando deje este cuerpo volveré a ser de éter, a ser libre por el cosmos, que mi deseo no se valla en un orgasmo ni en una banalidad absurda. Soy una oveja disfrazada de lobo, un masoquista, un sádico, vampiro... pero en realidad soy nada y todo, quisiera no haber nacido, pero aquí estoy, soy una escoria, el resultado, pero no duden que así sea un humano, también soy hecho del polvo estelar, un fluir entre la noche y el día, es octubre, mes de aquelarres, de dulces, de incesante lluvia, de esconderse, de mantenerse en lucha, de... lo que quieras, eres libre, único, irreemplazable, no importa cuanto daño nos haga esta sociedad, al igual que el mundo podemos renovarnos, perdonarnos, resurgir cual fénix de las cenizas.
Ésta es mi venganza, ¡perdonar!, olvidar lo malo, mantener la alianza, el pacto hecho a la hora de existir, subir de nuevo para ver cuanto he caído, y desde la cima ver lo sucedido con ojos de halcón, errores tan pequeños como átomos, o garrafales como el mismo universo, no importa, al fin y al cabo somos humanos en camino a ser dioses. La vida es para locos, sólo ellos conocen ese placer, y quienes realmente conocen el amor.