domingo, 22 de junio de 2008

AHOGANDO A NANDO

Los dos somos artistas, él pinta mientras yo escribo, nos entendíamos cuando mi hermano aún vivía, él fue quien nos presentó, pero después de su muerte, las cosas con Nando se hicieron difusas, ya teníamos nuestras diferencias, viejos conflictos, dos formas distintas de ser educados, y de ver y vivir la vida. Él es hijo único, no se nada de su padre (nunca le pregunté), vive solo con la mamá, sus relaciones son inestables o problemáticas, mi hermano tuvo que ir a una olla, sólo por Nando quien ya llevaba cinco días de rumba, pintando, bebiendo y soplando, no trabaja, no estudia, solo pinta en su cuarto, eso si, mucho, pero como alguien dijo: su pintura es igual que su vida, desordenada. Yo también soy un desorden, pero algo me hace metódico, racional y al tiempo intuitivo, complicado como yo solo, más que negado, desprendido, tampoco estudio ni trabajo, pero como no pinto, debo hacer algo, y eso es, evitar que mi propio ego malo sea el control, simplemente existir, a diferencia de Nando no necesito salir a la tienda a buscar compañía, soy un encerrado que habla a su madre, hace primero lo que debe para luego hacer lo que desee, antes que escudarse en excusas, es acreditarse los méritos de un sacrificio.

Ya estaba declarada nuestra guerra existencial, él, un hombre pasional, de fuerte carácter, inquieto, ególatra, altruista, de este mundo, activo, humanista, y no se cuántas cosas más, mientras yo soy todo lo contrario, el que en lugar de hacer fiesta, prefiere los rincones y el silencio, bueno tampoco se, de lo que si estoy seguro es que soy consciente, no digamos que mejor persona, porque no, de eso se encarga el que dirán, dice un proverbio árabe: si alguien te dice que tienes cara de camello ignóralo, pero si te lo dicen dos personas, mírate en un espejo; por eso voy donde él a reflejarme en un espejo, a ver lo que no debo hacer, él es iracundo y me grita, a toda cuestión me responde negativamente, claro está, dentro la negación normal del ser.

Prefiero ser anónimo, o tener un seudónimo, pues lo que me hace artista, es solo mi existencia, me gusta más la educación, y para ello debo trascender, ser como un niño, no como el caprichoso de Nando que solo quiere oír lo que quiere, hasta nuestro consejo le sabe a mierda, prefiere encerrarse y decir que todos lo odian, pero no se da cuenta de su conducta, los hechos hablan por si mismos: por querer defenestrarse, dos días en una clínica mental, con un costo de unos 500 mil pesos, empepado hasta la médula, y con un chisme en el barrio, que hasta a muchos les han prohibido hablar con ese loco, ¡hasta aquí se escuchaban los gritos! decía otro amigo, ya ni lo llamarán para un proyecto en el que estaba, me ha echado, no le gustó lo que le he dicho, se lo digo por su bien, pero es muy obstinado, caprichoso y orgulloso, solo espero que reaccione, que no se envenene tanto contra nosotros, que madure si ya es todo un viejo.

Ya aquí en mi casa escribo a ti, hoja leal, pues el perdido no quiere aparecer, hasta se lo mostré jugando al ajedrez, le gané, no es que me quiera dar la razón, simplemente es el verbo, la acción, pero a diferencia de él, yo no tengo un cuarto para mi solo, ni me dan todo lo que pida, soy el de los mandados, a Nando nunca se le ve haciendo una fila en un banco, pero bueno, cada quien escogió la clase de vida de acuerdo a su karma y darma, por eso el ego es el pilar de esta sociedad, más el gestor del cosmos se llama espíritu, espero como siempre volvernos a hablar, si no, que tu, blanca confidente, le cuentes, pero él que explica hasta más no poder sus obras, que se hunda en su desprecio.

Le he dicho a Nando: ¡la pasión no es la única fuente artística! me revira emocionadamente, y yo sonrío, prefiero lo espiritual, lo traspasado, lo extraño y hasta bizarro, ya que así es esta sociedad absurda, esta punzante realidad. Nando lucha por sus pinturas, pero no lucha contra su propio demonio, camina como agitado, su rostro tiene una expresión como de enojo, hasta su risa es un poco violenta, y su apariencia es siempre el mismo desorden, hasta su perro es una concha; yo se, que uno tiene sus épocas, además eso del libre albedrío me evita inmiscuirme, pero no puedo evitar dar un análisis de lo que experimento, tratar de hacerle entender que esta mal, de llevarlo hasta el límite y que se pruebe, que piense en los demás no como jueces sino como personas, que perdone al mal, a si mismo y los demás, que los errores no se ignoran, y así por el estilo.

Cierto día hable de telepatía con él, pero le pareció horrible no tener intimidad, así serán sus pensamientos que le da verguenza, los secretos son buenos pero con Dios, de allí el misterio, los milagros, la fe, pero en medio de tanto juicio, y conflicto sólo queda la enajenación, ¡eso!, eso es lo que ahora pasamos muchos de nosotros, alienados de Dios, inmersos en la ley del hombre, en lo supremo de los mortales, piensan, desean, luchan, y mucho más pero no les basta, y temen, dudan, menosprecian, por ello, quiero dejar este mundo, mostrar al cosmos mi alma, que la realidad de mi existencia sea mi espíritu, y no este vulgo cuerpo.

Yo estoy muerto hace tiempo, ya no me juzgan, me dejan cual fantasma, no me quejo de mis ingratos "amigos", quienes antes me recriminaron, hoy no tienen pretextos ni contextos en mi contra -quien a mi espalda habla, mi culo lo contempla- decía no se si Clint Eastwood o Churchil, no estoy seguro.

Ah! Nando, qué problema, así no lo veas ni lo creas, abre los ojos, Dios te nubló la mente con sentimientos para que te negaras, acéptalo, escucha, no dejes ir la última oportunidad, nunca le he guardado rencor, aún así, me detesta, me toma como chivo expiatorio para refugiarse, para tener una excusa, pero bueno, como le dije alguna vez: es por mi hermano que aún soy su amigo, si no fuera porque cumplo con mi deber, ni siquiera lo saludaría; pero bueno, que por renacer valga la pena el sacrificio, todo por la sabiduria, por la vida, por el espíritu, por la voluntad de Dios, todo por su bien, yo no lo creí hasta que encontré mi luz, hasta que me hundí en lágrimas y me ahogé, por eso, ahógate Nando, ahógate, en el mar de tus tristezas.

7 comentarios:

Silvia dijo...

De verdad, muchas gracias, me dices unas cosas muy bonitas.
Qué terrible este escrito, tan confidencial pero tan profundo, me hace recordar un poco a alguien (yo creo que en el fondo todos tenemos la misma naturaleza, en lo que diferimos es en la esencia que es propia de cada ser, en la manera de contemplar la vida), sabes, a mí me gusta también lo extraño, lo traspasado, pues qué otra alternativa hay en un mundo así de lacerante e hiriente, así de opresor y funesto.

©Claudia Isabel dijo...

Post, amigo, la vida por si sola ya es bastante complicada...para qué complicarla más de la cuenta?
porque no intentar vivir una vida terrenal, si una vez que tengamos que partir, será para siempre...
Creo que el error más grande que cometen los que piensan tanto en el espíritu, es no vivir estos momentos con intensidad! como si estuvieran en la espera de algo mejor...cómo saber con certeza que existe algo mejor que esto?
No sería mejor vivir con intensidad cada minuto? y si lo otro existe mucho mejor, pero la vida es esto que se te escapa mientras miramos para otro lado...
Un abrazo

Silvia dijo...

No había visto esa película de Stanley Kubrick, pero ahora me intrigaste y creo que la veré como buena medicina para el maldito aburrimiento. No sé por qué, pero hoy tuve una visión algo maldita acerca de este mundo cada día más contaminado, maldita sea, pero me enfada esa indiferencia ajena ante tanta decadencia, y creo que también me molesta este hecho de repetirme tanto, creo que he dicho la palabra maldita unas tres veces y me salieron así, sin más.
Creo que somos demasiados imprudentes a la hora de vivir, ¿no crees? Y sí, tengo messenger, un msn que tiene color amarillo y es la traducción de una canción de los Beatles :)

Verbo... dijo...

Wao un poco fuerte !!
Balance entre la tierra y el cielo, mas cielo que tierra.

Un beso mi amigo ♥

M.

Hal9000 dijo...

Qué buen título para tu relato...
Te devuelvo una frase que alguna vez me dijiste: deja de sufrir por tu ego!! Nando hiere tu ego, tanto y de tal forma que se mereció uno de los post más largos que has publicado...NO puedes tratar de reconciliarte con él, ni con la vida, ni con nadie... Además a quién tratamos de engañar? no eres amigo de Nando, ni por tu hermano ni por nadie, sabes que la amistad no se obliga, ni es conveniente, ni "tiene que ser así porque no hay de otra"...la amistad es un acuerdo mutuo implícito entre las partes, es algo espontáneo, que fluye... si yo quiero ser tu amiga y tu no confias en mí no hay nada, y viceversa, así funcionan las cosas con un poco menos de ego... Un caluroso abrazo!!!

Silvia dijo...

Pues me preocupa la Uni, y mucho, mucho, mucho, porque es una cosa tan desconocida para mí, y quizás tenga que estudiar tanto tanto tanto, que no tendré tiempo para nada, ni para respirar ni para nada más que pensar, y no me gusta pensar tanto.

LaLoadeR dijo...

Yo casi lo he tomado para mí... =(

Hace unos muy poquitos días, un amigo me dijo: Pobrecita, quédate en tu trsiteza, sufre... llora, pobre de ti... eso te gusta...
Y esas palabras me estremecieron tanto como las que leo ahora acá...

Muchos cariños... muchos...

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