Dirán que es envidia, que soy muy negativo y nocivo. Ni
Petro, ni ningún político va a cambiar lo mal que está la sociedad, para eso,
cada uno de los elementos en ella debe ser consciente, y eso implica ser
responsable, y nadie quiere eso cuando la mediocridad es la base del
consumismo, y es allí donde debemos tomar acción. La no acción, el no comprar
la mierda que termina en la basura, mucho menos pagar impuestos, pues aquellos
que hacen lobby tras campañas políticas, son los que en verdad se benefician
con cada uno de los mentirosos en los puestos públicos, y es por eso que soy abstencionista,
porque no he visto ganar al voto en blanco, ni mucho menos hemos sido testigos
de cómo son castigados, no más vean a esos sacerdotes pedófilos que mueren en
la más absoluta impunidad. Las oligarquías se disfrazan de democracias, se
visten de libertad y paz y no traen más que guerra y negocio, es por eso que
debemos levantarnos en carácter, no consumir más ese imperio económico de unos
pocos (MUY POCOS) que se creen mejor que cualquiera, y la verdad son unos
desalmados que tienen la culpa de todo el mal en el mundo actual. Cada quién da
de lo que hay en su corazón, y el mío está infartado en la inhabilidad mortal
por descubrir la parte divina que existe en el ser humano. Llegará el día que
la sabiduría sea el alimento y la labor sea el placer que un trabajo no
produce, no tendrán más males que la misma imposibilidad, ni la muerte será el
control cuando el espíritu sea más importante que el cuerpo, y es en ello donde
falla toda la sociedad que está construida en los preceptos de una pirámide,
cuando la vida es un ciclo y no la artificial conducta que nos inculcan. La
humanidad en sí misma ya es un sistema, no es menester la mafia que tenemos por gobierno, el que planeado y fabricado por las mismas élites, muestra que son
viles y maquiavélicos, el fin nunca justificará los hechos que hablan por sí
mismos: asesinos, ladrones y esclavistas, apenas por encima, en el fondo son la
escoria y la peor parte de nosotros. Abrir los ojos no es despertar del sueño, es
hacer que lo soñado deje de ser una pesadilla, que lo vivido no sea un emporio
de unos pocos sobre el total, y en eso los americanos somos expertos, desde la
norteña tierra del “sueño americano” del cual tienes que estar dormido para que
lo creas, hasta la inhóspita tierra de fuego que es la entrada a la Antártida y
los secretos allí ocultos, los que habitamos esta tierra de encantos vivimos
entre la magia del mundo y la estafa de los bancos y sus socios dueños de las
corporaciones que como un monstruo se traga al mundo con sus tentáculos. Me
lavo las manos, ni comulgo, ni voto. Vivo la vida en la simplicidad de lo
familiar, cuando se trata de lo superior y trascendental, no hay fortuna que
valga para adquirir sabiduría o salud, ya que esa es la verdadera riqueza del
ser humano, que no la conocen y que les da la vida. Muchos van a ser inútiles,
policías, sacerdotes, políticos, militares, banqueros… y un sinfín de parásitos
que se alimentan del esfuerzo ajeno. La corrupción es poder, sólo aquel que
hace lo que se le dé la gana (capricho) demuestra su grandioso ego, es por eso
que enloquecer de poder pareciera ser el objetivo de todo aquel que lo busca,
pero cuando el poder del amor supere al amor por el poder se van a dar cuenta
que no estoy tan loco ni soy tan utópico. Ser idealista es ponerse una diana en
la cabeza, muchos líderes sociales son asesinados y nadie responde, deberían
castigar a la clase social más alta y sacrificarla en pos del beneficio total,
y no para remplazarla con otros déspotas, sino para exterminar esa clase de
gente que pasa por encima del resto. Su propio peso los va a aplastar cuando la
mentira sea tan descarada y la gente se canse, se educarán y sabrán que han
vivido una estafa, volverán a recuperar la dignidad y harán de la humanidad el
experimento que es y no el negocio que tienen, volveremos a la experiencia
antes que el deber, lo malo y lo bueno serán íntegros en la consciencia y no en
la competencia del ego, viviremos del espíritu y seremos los hijos de la estrellas
que somos, no la corrupta miseria en que nos tienen los oligarcas.
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