La vida en su esencia es una triada equilibrada de la fuerza
dual y fundamental del orden físico y material regido por la armonía y el
balance, tal es el axioma del átomo que en sus sub-partículas positivas,
neutras y negativas a su vez se dividen en iones y cationes e incluso fotones,
cuantios o hadrones entre otras. En otro plano de existencia más sutil, la
estructura en la que se basa lo trascendental no es más que un complejo
entramado de realidad e ilusión, tal es el poder de la consciencia que situada
en un cuerpo puede trasladarse en su mente a los confines del universo. Si la
tierra es plana o hueca no tiene mucho significado cuando lo importante es la
manera en que dicha consciencia atraviesa la existencia, qué importa ser la
reina de Britania si no deja de ser una simple mortal. Jesucristo nació en
verano y es sabido por quienes tienen la curiosidad de investigar, además,
muchos otros antes de él, vinieron un 24 de diciembre como referencia al culto
del sol, dioses solares que arribaron a salvar el mundo y dejar sus enseñanzas,
las que por cierto no son más que una manera de mantener a quien no reconoce la
deidad en el interior de su corazón. En el camino he tropezado y caído, me
quedé en el suelo mientras los demás pasaban por encima, pocos se detuvieron
quizás a preguntar, otros dieron de lo que les sobraba, pero sólo las
excepciones fueron los milagros que me levantaron sobre los demás bajo el
cobijo de sus alas. Aprendí sobre el tiempo y el espacio, y acepté mi
condición, descubrí que más allá del bien y del mal está la vida y la
sabiduría. Dejando a un lado las fiestas patrias o religiosas, es indignante el
pueblo que en su ignara miseria justifique el orden de quien los ha puesto en
la indigencia, pues a diferencia del desplazado por la violencia, todo aquel
que prefiera la limosna sobre cualquier cosa merece vivir como animal salvaje o
morir en la calle. Yo preferiría estar bajo tierra en paz en lugar de deambular
en la insatisfacción y el sufrimiento, otro más de los esclavos a un estilo de
vida cuyo único propósito es el bienestar de una élite. El que desprecie la
sociedad no significa que sea un criminal, corruptos todos, desde los que
mienten hasta los que asesinan, roban y violan en la impunidad de su sistema
perfectamente impuesto por tantos siglos e incluso milenios. El ser humano posee
una energía superior a la fuerza y la inteligencia, el problema es que siendo
demasiado físico no puede ver lo que realmente sustenta al universo, se
enfrasca en la misma parafernalia del control y el orden cuando no hay más
poder que aquel proveniente del corazón. Usurparon al amor y llamaron libertad
a las normas que les permite ser como son: unos desalmados que dejaron de ser
humanos cuando priorizaron su amor por el dinero, convirtieron la salud,
justicia, educación, religión y demás en un negocio. Soy Ebenezer Scrooge, es
natural en mí la amargura en los venideros tiempos, no me he robar la navidad
como el grinch ni castigar a los niños malos como Krampus, simplemente soy un
misántropo por convicción y post-apocalíptico por elección. Comprenderán la
falta de tacto y de fe en el manicomio que tienen por gobierno, son unos
desquiciados todos los honoríficos doctores del congreso y el senado, por no
hablar de toda la incompetencia judicial y estatal, pero para cobrar impuestos
y desviar recursos si están prestos y a la orden. No me inviten a cenar que soy
vegetariano, tampoco espero regalos de ninguna clase que, si el diablo no tuvo
para comprar mi alma ¿Qué esperan unos simples mortales? y no es mi ego el que
se crece sino mi espíritu que enardece, ígnea esencia que se manifiesta en el
más cándido amor o el más infernal furor, y he allí, en la contradicción, que
la calma asoma a quien ha dejado a la corriente ser su timón, bien se dice que
al universo le importa nada lo que planeemos o hagamos, lo que si tiene
trascendencia es la razón de cada propósito, no es cierto que el fin justifica
los medios ni que el hombre sea el lobo del hombre, somos seres humanos y tenemos
la responsabilidad de la consciencia, eso es de cada instante y de cada quien.
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