Yo no exijo mis derechos porque los demás no cumplen su
deber como seres humanos; prefieren ser víctimas y presas de depredadores
investidos de hombres, y no son más que demonios llenos de codicia y orgullo
sin un alma que vendieron por un poco de poder y riqueza. No quiero nada de los
demás que no sea consciencia y espíritu, su sistema me parece infernal y
estúpido cuando los ricos cada vez son más impunes y los pobres más impotentes.
Morí cuando nací en una sociedad entregada a la materia y la ignorancia, desconocen
que la energía del universo se manifiesta en la consciencia y se alimentan de
muerte, porque eso es la industria y el negocio que tienen los que saben que la
vida es una energía infinita e inmortal. No ven, no oyen, no dicen nada porque
se han comprado con promesas y privilegios, así dicen ser reyes, papas,
presidentes y demás investiduras y títulos con que se llamen los estafadores
del mundo, porque los gobiernos son el control de los pocos ricos sobre la
total población del mundo. Hacinados en ciudades olvidaron que son parte de la
naturaleza que contaminan con basura y desperdicios, así de importante es el
lobby del que se conoce pero con el que nadie se mete, pues son la mafia más
poderosa del planeta y si no: miren el monopolio de las multinacionales
empezando por el FMI y su reserva federal, La ONU, OMS, OIT y todas esas
organizaciones donde no se sabe qué pasa. Y es que el negocio es tal que llevan
años drenando la sangre y el espíritu al pueblo, por más que se levanten seguirán
siendo lacayos de una colmena que se traga la humanidad, ha convertido al ser
humano en mano de obra y sirviente de un sistema fundado en las oscuras
entrañas de la sociedad y el lucro. Soy ajeno al mundo en que habito pero no
indiferente, siento el dolor ajeno que es placentero a los demonios dueños de
la sociedad, los mismos que quieren al mundo como su res a sacrificar, si no
les basta su infierno de seguro colonizarán más mundos. Tengo vida y eso me
basta y me sobra, quien por miedo no vence sus traumas de seguro tendrá que
sufrir hasta que aprenda la lección, y la vida me sobra cuando no es menester
nada más que ser, la vida es energía manifestada en movimiento, pero despertar
no es abrir los ojos sino la mente para que perciba lo invisible y esencial. No
me extraña el caos que se vive, es resultado de los maquiavélicos planes de socios
y hermanos que venden a sus hermanos y de paso todo lo que puedan, es la mejor
manera de justificar su mal, haciendo pasar sus ideales por buenos cuando son
una mentira del mismo mal que asola a la humanidad, y eso es la ignorancia.
Tienen que elegir entre la izquierda o la derecha cuando las dos hacen parte
del mismo cuerpo, y todo lo dividen para generar la pugna (Problema – reacción –
solución) entre los convencidos de que así son las cosas cuando en realidad
pueden ser mejor, sólo es quitar de la cabeza ese sombrero viejo, acabar con
los parásitos de la humanidad y empezar de una vez a hacer del mundo algo más
integro y ético. No somos estúpida biología para ser esclavos de un gobierno
corrupto y por lo tanto inútil, ya no más diezmos ni intereses que lucran a
unos pocos, es hora de hacer del conocimiento la fuente salarial del humano.
Somos seres vivos que piensan y sienten, pero lucen como borregos cuando
abordan sus buses a la condena, y los veo tristemente sabiendo de lo que son
capaces, pero andan enfermos y necesitados aunque vistan de seda, se ven
alegres por un rato y luego la misma pena los absorbe en la soledad y silencio.
Me levanto en mi cripta y veo que no vale la pena luchar por una patria o dios,
el planeta ya está luchando por sí mismo y no haré nada si intenta sacudirse un
poco de la rasquiña humana, por el momento soy un hombre pero tan pronto deje
el envase volveré al lugar en que el espíritu no es industria.
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